En el marco de los primeros 100 días de Claudia Sheinbaum en la presidencia de México, la iglesia católica pidió un cese a la violencia.
“Que las armas callen”, así llamó la institución a su editorial de este fin de semana, con la que hace un llamado para el desarme en el país.
Resaltó que decidió unirse a la iniciativa impulsada desde el gobierno federal 'Sí al desarme, sí a la paz', pues aseguró que construir la paz también está en el “ADN” de la iglesia.
“Testimonios hay muchos a lo largo del país: sacerdotes, religiosas, fieles de la Iglesia, que sirven desde sus realidades para defender la dignidad humana, para poner el ejemplo de que si queremos alcanzar la paz, tenemos que comenzar por hacer algo nosotros mismos”, señaló.
Incluso, recordó que la defensa de la paz le ha costado la vida a algunas personas como a los jesuitas Joaquín Mora y Javier Campos, en la sierra de Chihuahua, así como al padre Marcelo, en Chiapas.
Recalcó que fue por ello que el 10 de enero pasado inició en la Basílica de Guadalupe la campaña “Sí al desarme, sí a la paz”, impulsada en conjunto con las autoridades del gobierno federal.
“La iglesia está abierta para todos. (...) Por lo tanto, la apertura de sus atrios para esta campaña se hace con la esperanza puesta en una mayor coordinación entre gobierno y sociedad, para generar procesos profundos en la reconstrucción de las comunidades", apuntó.
Destacó que la paz es “urgente y necesaria” para México, por lo que decidió sumarse a la iniciativa. No obstante, hizo un llamado para que haya más políticas públicas para alcanzar la paz.
“Invitamos a toda la sociedad a trabajar para que las armas callen, para que los jóvenes no encuentren en una pistola o un rifle una alternativa, para que atendamos el grito de dolor y sufrimiento que las armas han provocado en miles de familias, para mover a los corazones cerrados, heridos o solitarios, que hoy encuentran satisfacción en el sonido de las balas”, añadió.
