Con Harris o Trump, expertos ven relación compleja y con presiones de EU
La relación bilateral enfrentará retos en materia de migración, seguridad y la revisión del T-MEC, sin embargo, con Donald Trump el escenario se perfila más complejo para la presidenta Sheinbaum.
Sin importar quién gane este martes laelección presidencial en Estados Unidos, los próximos cuatro años serán complicados para México y la relación bilateral, advierten expertos.
Ya sea con la demócrata Kamala Harris o el republicano Donald Trump, el gobierno de Claudia Sheinbaum enfrentará presiones en problemas compartidos como el combate a los cárteles, la producción y trasiego de fentanilo y el flujo migratorio, además de una revisión del Tratado Comercial con Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Este martes 5 de noviembre, los estadounidenses decidirán si el republicano Donald Trump vuelve a la Casa Blanca o por primera vez una mujer, Kamala Harris, gobierna al país de más de 335 millones de personas.
“En cualquiera de los dos escenarios, ya sea que gane Kamala Harris o que gane Donald Trump para México el escenario va a ser complicado”, advierte José Andrés Sumano Rodríguez, catedrático del Departamento de Estudios Culturales del Colegio de la Frontera Norte (Colef).
Desde la campaña para llegar a la Casa Blanca, México fue uno de los temas de los dos candidatos, pues se trata no sólo del vecino geográfico, sino también de uno de sus principales socios comerciales y un actor clave en temas de seguridad, migración y el combate a las organizaciones criminales.
Fiel a su estilo y con la promesa de “Make America Great Again”, Donald Trump aseguró que, de ganar la Presidencia, tendrá mano dura contra los cárteles y que México deberá “alinearse bastante rápido”; también propuso aranceles del 100% a autos importados desde México y anticipó que una de sus primeras acciones será cerrar la frontera compartida para frenar “la invasión” y la “criminalidad de los inmigrantes”.
Apenas este lunes Trump volvió a amenazar con imponer aranceles del 25% a México si Sheinbaum no frena la entrada de migrantes en la frontera, que calificó de "embestida" de "criminales y "drogas".
Claudia Edith Solares, doctora en Estudios latinoamericanos por la UNAM, señala que Trump emplea una retórica de contención basada en criminalización de la migración. "Para Trump, vemos un discurso más xenófobo, con una visión de contención de la migración en la que percibe a México como una amenaza a la seguridad nacional”, dice.
Con un discurso menos radical, Kamala Harris también se ha referido a México. De ganar la Presidencia ofreció reforzar la seguridad fronteriza, así como perseguir “con todo el peso de la ley” a los cárteles que trafican drogas y amenazan la seguridad de sus comunidades.
“Por un lado tenemos a Kamala Harris, que fue una de las pocas senadoras que votó en contra del Tratado de Libre Comercio que tenemos con los Estados Unidos y por otro lado, tenemos a Donald Trump, de quien sabemos su historia con México, haber cancelado el anterior TLC y haber forzado la negociación de un T-MEC, lo que sucedió con la migración y cómo condicionó la relación bilateral al apoyo de México en temas migratorios. Entonces, ambos escenarios se ven complicados”, agrega Sumano.
No olvidemos que Kamala Harris fue una de solo 10 Senadores que votó en CONTRA del T-MEC, que forma la base de la relación comercial 🇲🇽🇺🇸. El Presidente Trump negoció y firmó ese acuerdo, que ha promovido el libre y justo comercio entre nuestros países y la prosperidad de ambos… pic.twitter.com/Mu1U0fZePj
De acuerdo con Solares, ambos candidatos abordan los derechos de los migrantes, en especial los jóvenes DACA, pero sin otorgar una amnistía completa. Harris apoya ciertos programas temporales que permitirían a estos jóvenes acceder a servicios de salud y trabajo sin riesgos de deportación. En contraste, Trump prioriza una política de contención migratoria más restrictiva.
“En el caso de Kamala Harris se ha pensado en reactivar programas como DACA, permitiendo a los jóvenes trabajar sin que esto vulnerara la posibilidad de su deportación... En cambio, Trump sigue una política migratoria restrictiva sin posibilidad de regularización”, menciona.
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Entre revisión de T-MEC, migración y drogas
La agenda bilateral ya tiene temas perfilados para abordarse entre Claudia Sheinbaum y la persona que llegue a la presidencia de Estados Unidos para los próximos cuatro años: migración, combate al narcotráfico y una ineludible revisión del Tratado Comercial.
Guadalupe Correa-Cabrera, profesora de George Mason University, recuerda que en las campañas de 2016, México por primera vez ocupó un lugar central en la competencia por la Presidencia de Estados Unidos, principalmente en el discurso del magnate republicano.
“Cuando él (Trump) empieza su campaña en el año 2016 hablando de que iba a construir un muro grande y bonito a todo lo largo de la frontera y empieza a hablar de los mexicanos y de las personas que venían del otro lado de la frontera y que venían a traer muerte y violencia, es la primera vez que México ocupa un lugar central en el discurso electoral de los Estados Unidos de América”, afirmó durante Seminario “Elecciones en Estados Unidos”, organizado por El Colef.
Nosotros importamos a Estados Unidos porque hay dos temas clave: la seguridad y la migración”.
Guadaupe Correa-Cabrera, profesora de George Mason University.
Para el gobierno de Estados Unidos, los temas más urgentes son la migración y el combate a los cárteles de la droga, en particular de las organizaciones que producen el fentanilo (Cártel de Sinaloa y CJNG). Cada año en ese país mueren alrededor de 108,000 personas por sobredrosis de drogas, de las que 75% son fentanilo, de acuerdo con el Instituto Nacional de Abuso de Drogas (NIDA, por sus siglas en inglés).
En materia de migración, el periodo del gobierno de Joe Biden registró las cifras más altas de detenciones de migrantes a pesar que, durante sus primeros dos años, estuvo vigente el Título 42, una medida de salud pública que en los hechos sirvió con fines migratorios.
México es clave para la contención de migrantes. De llegar Trump, expertos consideran que podría volver a presionar a México para que despliegue a más elementos de la Guardia Nacional en todo el territorio nacional, pero principalmente en la frontera con Guatemala, para contener el flujo migratorio.
Si gana Donald Trump, podemos esperar el énfasis en migración y una postura otra vez de forzar a México a utilizar a la Guardia Nacional para tener el flujo migratorio”,
José Andrés Sumano Rodríguez, académico de El Colef.
Pero los migrantes mexicanos también forman parte del flujo migratorio que recibe ese país. En los últimos cuatro años, 2 millones 864,950 (32%) de los 8 millones 724,304 "encuentros" con migrantes eran personas de origen mexicano.
Existe una diferencia central en las propuestas de seguridad fronteriza entre ambos candidatos. Mientras Donald Trump se inclina hacia una política de control unidireccional, Kamala Harris muestra una inclinación hacia la cooperación. Este contraste revela no solo las tensiones migratorias, sino también cómo se perciben las responsabilidades compartidas en temas de narcotráfico y criminalidad.
“Del lado de Trump es más bien un tema muy unilateral, muy de imposición... pero en ningún momento habla de cooperación, nada de porque no es su estilo. Por el otro lado, en Kamala Harris sí hay más intención de trabajar de manera coordinada”, señala Rodrigo Aguilar, de U.S. Council on Foreign Relations.
Para México, la prioridad está en el combate al tráfico ilegal de armas, el cual ha empoderado al crimen organizado. Alrededor de 200,000 armas ingresan a México y la Secretaría de Relaciones Exteriores estima que los daños por el tráfico de esas armas alcanza los 15,000 millones de dólares.
Rodrigo Aguilar subraya que ambos candidatos abordan temas de migración y narcotráfico, pero con retóricas que apelan a las preocupaciones de sus votantes clave, manteniendo el tema migratorio en un lugar central.
“El tema de inmigración ha estado arriba del ciclo electoral... afecta a Kamala Harris porque ha habido incrementos en los cruzfronterizos en los últimos cuatro años, y ahí es un punto de ataque muy cómodo para Trump”, asegura.
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Muestra de ese poder en manos del crimen son los hechos violentos del 24 de octubre en Tecpan de Galeana, Guerrero, en los que un enfrentamiento dejó 19 personas sin vida. La presidenta de México aseguró que el armamento utilizado provenía de Estados Unidos. “Lo que vimos del caso de Tecpan de Galeana, en Guerrero, pues era armas de alto calibre que vienen de allá”, dijo la semana pasada.
La revisión del T-MEC
La revisión del T-MEC también será un tema para las administraciones de Sheinbaum y el próximo huésped de la Casa Blanca. El Gobierno mexicano se ha ido preparando para defender ese acuerdo comercial, sin embargo, no hay seguridad de que pueda ser un asunto que resulte exitoso.
“Lo mejor que puede hacer Sheinbaum es mantenerse al margen y tratar de generar las mejores condiciones para la negociación del tratado. Solo que ahorita hay una bomba, la reforma al Poder Judicial, que va a pegar, en la renegociación del tratado seguramente. Entonces ya heredó ese problemón para la renegociación del tratado”, considera Sumano.
Por su parte, Rodrigo Aguilar señala que con Trump, la revisión podría traducirse en mayores presiones sobre ciertos sectores, mientras Harris podría mantener un enfoque de regulación, especialmente en temas medioambientales y laborales, alineándose con su agenda demócrata.
“Independientemente de quién quede, va a haber un endurecimiento de las políticas comerciales... En el caso de Trump va a ser mucho bluff y más presión. En el caso de Kamala Harris, se va a agudizar más el tema de las regulaciones ambientales”, afirma.
Desde el equipo de la presidenta se tiene claridad que a esa revisión se deberá llegar preparados. Altagracia Gómez aseguró que ahora existe el convencimiento de que el T-MEC es el mejor tratado de Libre Comercio.
"Lo que corresponde a México es llegar bien preparado y con una propuesta para la región, para ver todos los temas, vamos a tener un equipo bien preparado y tenemos que apostar por la integración regional de América del Norte", dijo el pasado 24 de octubre, durante el Summit Expansión.
Hay un convencimiento de que este es el mejor tratado de libre comercio en el mundo y es un convencimiento que compartimos”
Altagracia Gómez.
Nuevo arranque con tensiones
A partir de enero próximo, los gobiernos de México y Estados Unidos iniciarán una nueva etapa de una relación que en los últimos meses ha estado marcada por la tensión.
Temas como la Reforma Judicial y la detención de Ismael “El Mayo” Zambada” generaron diferencias e incluso una pausa entre el gobierno de México y la embajada de Estados Unidos.
“La relación con Estados Unidos siempre ha sido rígida, y en el sexenio anterior se agudizó por la retórica utilizada por el ex presidente Andrés Manuel López Obrador, lo que generó que no hubiera buenos términos; ahora con dos nuevas administraciones debe trabajarse por una mejor relación bilateral”, plantea Norma Castañeda, catedrática y especialista en relaciones internacionales de la Universidad La Salle.
Desde México, la presidenta Claudia Sheinbaum asegura que trabajará con quien sea electo como presidente, pero ha aclarado que será una relación de cooperación y no de subordinación.
“Va a haber coordinación, siempre. Como lo hemos dicho, es coordinación sin subordinación, coordinación, diálogo y trabajo conjunto para poder atender, sobre todo, los temas que nos competen a ambos, particularmente el tema del fentanilo”, dijo el pasado 28 de octubre la presidenta.
Aunque la relación bilateral con demócratas y republicanos ha tenido sus ventajas y desventajas para México, a horas de que se conozca quién será el presidente de Estados Unidos, la preocupación se incrementa ante un posible regreso de Donald Trump y su retórica.
“Yo sí creo que un presidente Trump sería mucho más difícil para Claudia Sheinbaum que una presidenta Kamala”, planteó Viri Ríos, en el podcast de Política y Otros Datos de Expansión.
En su conferencia del lunes, al igual que lo hizo su antecesor, la presidenta Claudia Sheinbaum informó que no se manifestará sobre el proceso electoral de Estados Unidos hasta que haya concluido.
“No nos vamos a manifestar hasta que no termine todo el proceso electoral, así debe ser. Así lo hizo en su momento el presidente López Obrador y es la misma la actitud que debe tomar el Gobierno de México. Entonces va a ser de esa manera, una vez que las instituciones estadounidenses electorales tomen su decisión respecto al próximo presidente o presidenta de los Estados Unidos, estaremos ya en contacto con el próximo presidente o presidenta”, detalló a un día de los comicios en el vecino del norte.