Las autoridades colombianas denunciaron más temprano el secuestro de las seis mujeres, en lo que el subdirector de la policía, el general Nicolás Zapata, calificó como "un aparente tema de trata de personas".
Los familiares de las víctimas habían pedido ayuda a Petro para localizar a las jóvenes, aprovechando su visita a Ciudad de México.
Los allegados contaron a la prensa local que las seis mujeres viajaron a México detrás de ofertas de empleo como modelos.
En los últimos meses han crecido los casos de mujeres colombianas que viajan a ciudades mexicanas para diversos trabajos, pero resultan ser víctimas de redes que les quitan los pasaportes y las someten a la explotación sexual.
Los principales destinos son Mérida y la turística Cancún, donde el tráfico de drogas y la trata de personas se ha recrudecido en los últimos años.
En julio, policías de ambos países capturaron en Medellín a un ciudadano cubano-mexicano que presuntamente lidera una red de trata de mujeres y a su principal socio en el estado mexicano de Yucatán.