Osiel Cárdenas fue liberado el viernes de una prisión estadounidense y puesto bajo custodia de funcionarios migratorios.
Antiguo líder del Cártel del Golfo, Cárdenas presidió algunos de los episodios de violencia entre bandas más sangrientos del turbulento pasado reciente del país y se le atribuye la transformación del narcotráfico mediante la adopción de tácticas hiperviolentas como las decapitaciones.
Cárdenas fundó los Zetas, un brazo armado del Cártel del Golfo formado por antiguos miembros de las fuerzas especiales del Ejército.
Fue capturado tras un tiroteo en 2003 y extraditado a Estados Unidos en 2007, donde fue condenado a 25 años de prisión en 2010.
Más tarde, los Zetas se separaron y se convirtieron, durante un tiempo, en el grupo criminal más mortífero de México, antes de extinguirse.
Cárdenas tiene cargos pendientes en el país latinoamericano.
Leo Silva, un exagente de la Agencia Antidroga de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) que trabajó en México combatiendo a los Zetas, dijo que Cárdenas era directamente responsable del repunte de la espeluznante violencia en territorio mexicano durante las dos últimas décadas.
Los Zetas fueron pioneros en los esfuerzos de los grupos de delincuencia organizada por pasar del mero tráfico de drogas a la extorsión de ciudadanos y empresas en las zonas que controlaban. También sembraron el terror mediante el secuestro extendido a cambio de un rescate.
"Esto fue algo que Osiel creó y que generó una nueva era del crimen organizado", dijo Silva, quien trabajó para la DEA en México de 2008 a 2015. "Él desató esta mentalidad de crear miedo en el país".
-Con información de la agencia Reuters.