Desde una camioneta blanca tipo Van, en la que fue traslado el político del penal del Altiplano, en el Estado de México, se vio a Marín con un semblante tranquilo. El exgobernador portaba una playera tipo polo, color negro y un pantalón oscuro.
Cuando llegó a su casa, se asomó desde la parte trasera de la unidad, hacia los reporteros que hicieron guardia toda la noche para esperar su llegada, después de tres años y medio de estar encarcelado, primero en Cancún, Quintana Roo, y luego en el Altiplano.
Marín fue detenido en Acapulco, Guerrero, el 3 de febrero de 2021, y llevado a Cancún, Quintana Roo, entidad en donde fue denunciado. En enero de 2023, fue trasladado al penal de máxima seguridad del Altiplano.
Durante este tiempo, sus abogados dieron una batalla legal hasta conseguir que el sábado 10 de agosto la jueza Angélica del Carmen Ortuño autorizara cambio de medidas cautelares, que le permitieron dejar la cárcel.
La juzgadora consideró que Marín no representa riesgo de fuga debido a que está enfermo, por lo que determinó que puede seguir su proceso en su casa en Xilotzingo en la ciudad de Puebla, en donde será vigilado con un brazalete.
Le retuvieron su pasaporte y visa para evitar que huya del país, además de dejar una garantía de 100,000 pesos.