Esta liberación se da solo tres días después que también recuperó su libertad quien fuera director de la Policía Judicial de Marín Torres, Adolfo Karam, que fue quien supuestamente ordenó en diciembre de 2015 que se maltrataran a Lydia Cacho cuando la detuvieron en Cancún, QuintanaRoo, acusada de “difamación” y “calumnia” contra el empresario de origen libanés, Kamel Nacif.
Nacif había sido mencionado en el libro de Cacho ‘Los Demonios del Eden’, en el que la periodista documenta un red de pederastia y describe fiestas organizadas por él en las que presuntamente cometía abuso de menores de edad, en contubernio con otros políticos, empresarios y extranjeros.
¿Qué medidas cautelares le impusieron?
En la audiencia que se realizó este sábado 10 de agosto, la jueza Angélica Ortuño Suárez únicamente impuso una multa de 100mil pesos a quien gobernara Puebla entre 2005 a 2011.
“Lo libera justo en la recta final en que esperábamos la sentencia firme por tortura. Así el poder del ex gobernador de Puebla dentro del Poder Judicial ”, tuiteó Lydia Cacho.
La periodista aseguró que la jueza, al igual que con Adolfo Karam, “de pronto dio un giro y todo el esfuerzo, incluyendo a la Interpol, de 15 años, lo tira por la borda protegiendo los derechos del torturados y violando los míos”.
Marín fue detenido el tres de febrero de 2021 por agentes de la Fiscalía General de la República (FGR), en la casa de su hermana Alicia, en la colonia Cumbres de Figueroa en el puerto de Acapulco, Guerrero. Todo empezó en diciembre de 2005, cuando Marín apenas llevaba 10 meses en el poder y pidió a la jueza Rosa Celia Pérez González —quien sigue en el Poder Judicial— librar una orden de aprehensión contra Cacho, por el delito de difamación y calumnia en agravio de su amigo, Kamel Nacif.
Eso, después que la periodista fuera denunciada debido a que en su libro ‘Los Demonios del Edén’ mencionara al empresario de haber participado en una red de pornografía infantil.
Cacho fue detenida el 15 de diciembre de 2005 en Cancún y trasladada vía terrestre por agentes comandados por Adolfo Karam Beltrán, entonces director de la Policía Judicial de Puebla.
Durante el trayecto, según lo denunciado por la propia periodista, fue torturada y amenazada con ser “violada y asesinada”.
Ella quedó libre tras pagar una fianza de 106 mil pesos, pero el proceso legal en su contra duró más de un año.
Con la liberación de Mario Marín, ya no hay nadie en prisión pues en esta semana también quedó libre Karam, y los demás policías que habían sido detenidos anteriormente, de igual manera fueron recuperando su libertad.
Este caso cobró relevancia internacional debido a que el 14 de febrero de 2006, el periódico La Jornada publicó una conversación telefónica entre Marín y Nacif, en la que este último agradecía al “góber precioso” haberle dado “un coscorrón” a Cacho.
“Quien comete un delito se llama delincuente”, respondía Marín, pero desde entonces, siempre ha sostenido que “sí era su voz pero no era su voz”.