Este jueves se confirmó la detención de Ismael “El Mayo” Zambada, uno de los líderes fundadores del Cártel de Sinaloa en El Paso, Texas, Estados Unidos quien enfrenta cargos por varios delitos en al menos cinco estados de ese país.
“El Mayo” era buscado por la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA) y el Departamento de Estado ofrecían 15 millones de dólares de recompensa a quien diera información que llevara a su captura.
Enfrentaba cargos por diversos delitos, entre ellos:
El pasado mes de febrero, un tribunal federal de Brooklyn, presentó una nueva acusación formal contra Zambada García, por dirigir una organización criminal con sede en Sinaloa y que se dedicaba a la fabricación de drogas como: Cocaína, metanfetamina y fentanilo a diversas entidades de Estados Unidos.
Las acusaciones contra Ismael “El Mayo” Zambada son por parte de autoridades en Texas, Washington, California, Illinois y Nueva York.
Aunque Ismael "El Mayo" Zambada ya enfrentaba cargos por fabricación y trasiego drogas hacia Estados Unidos como cocaína y metanfatamina, el 15 de febrero de 2024 el fiscal federal para el distrito este de Nueva York, Breon Peace, actualizó la ficha de acusaciones en contra de uno de los líderes del Cártel de Sinaloa.
Las autoridades de Estados Unidos señalron en su momento a Zambada como "el líder actual de la más grande y poderosa organización del narcotráfico del mundo". También lo acusan de ser el máximo responsable de la distribución de fentanilo en Estados Unidos.
Tan solo en el 2023, fueron 107, 543 estadounidenses los que murieron a causa de una sobredosis por drogas ilícitas, de las cuales 81, 083 estuvieron relacionadas con opioides sintéticos (fentanilo), de acuerdo con datos del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de ese país.
Las incautaciones de fentanilo ilícito por parte de las autoridades aumentaron drásticamente en número y tamaño entre 2017 y 2023 en los Estados Unidos, especialmente en forma de pastilla.
Tan solo en 2023 fueron incautadas 115 millones 562,603 pastillas, lo que significó que fue 2,300 veces mayor en comparación con 2017, año en que fueron confiscadas 49,657 pastillas, según un estudio financiado por el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA, por su sigla en inglés).
