El próximo secretario de Educación contempla la creación de más planteles para que no haya estudiantes que quieran estudiar sin la posibilidad de hacerlo. Para apoyar esta meta, en los próximos seis años se construirán más escuelas preparatorias hasta igualar el mismo número de las secundarias.
“La presidenta electa me ha dado instrucciones de que se construyan las preparatorias que hagan falta para que ningún estudiante que quiera estudiar la preparatoria se quede sin la posibilidad de hacerlo y que esto nos lleve a terminar con la famosa prueba del Comipems”, declaró Mario Delgado en la conferencia donde se anunció su nombramiento.
La alternativa que propone Mario Delgado de construir más bachilleratos puede dar opciones de estudio, pero no evitará tampoco que los estudiantes sigan deseando ingresar a las preparatorias de la UNAM o IPN, tanto por su calidad educativa como por el pase que otorgan para la educación superior.
“Esto puede resolver el problema, sobre todo si se establecen en lugares en los que no se tengan escuelas, pero no necesariamente va a resolver el tema de la frustración de los estudiantes que no alcanzan lugares en estas escuelas que tienen mayor demanda", apunta Gutiérrez, de Mexicanos Primero.
En este sentido, Patricia Ganem, vocera de Educación con Rumbo, critica que la propuesta de eliminar el Comipems no venga acompañada de un diagnóstico del por qué tomar esta decisión y cuál es el problema que se busca resolver.
La especialista coincide en que no es un tema de falta de espacios educativos, porque los estudiantes que presentan este examen tienen asegurado su ingreso a alguna de las escuelas que señalaron en sus opciones, aunque no siempre sea la de su preferencia. Es decir, se trata de una prueba de asignación de lugares y no de admisión.
"Me parece que todo el problema de reprobación, de rezago o deserción en media superior no tiene que ver con el ingreso", dice.