La tragedia de Pasta de Conchos, en Coahuila, cumple el 19 de febrero 18 años con la misma exigencia: que se investigue como negligencia por las condiciones de la mina y las precariedades laborales, así como el rescate de los cuerpos de 63 trabajadores que siguen enterrados.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador se comprometió con las familias de las víctimas a realizar el rescate, además de ofrecerles una indemnización. El plan arrancó en octubre de 2020.
Durante la madrugada del 19 de febrero de 2006, hubo una explosión en la mina carbonera de Pasta de Conchos, propiedad de Grupo México, el más grande del país en este sector. En el lugar quedaron sepultados 65 mineros a 490 metros de profundidad y dentro de un túnel de 1.6 kilómetros.
A los cinco días del siniestro, Grupo México declaró muertos a los mineros sin haber instalado un equipo de monitoreo que permitiera una ubicación precisa, y, con base en un supuesto informe técnico y científico, señaló que no había "posibilidad alguna de supervivencia tras la explosión de metano", con lo que suspendió la búsqueda.
Unas semanas antes del accidente, los trabajadores habían reportado algunas irregularidades en la mina, como alta concentración de gas metano, muy por encima de los estándares legales, según los testimonios de los familiares. Los niveles de metano fueron confirmados por Grupo México mientras realizaba las labores de búsqueda.
El 23 de junio del mismo año se recuperó el primer cadáver de uno de los mineros, Felipe de Jesús Torres Reyna, de 49 años de edad, y para el 1 de enero de 2007 fue rescatado el cuerpo de José Manuel Peña Saucedo.
Esto dio esperanzas a las familias. Incluso, Grupo México y el gobierno federal, entonces a cargo de Felipe Calderón Hinojosa, afirmaron que seguirían las labores de rescate de los demás mineros muertos, pero esto no ocurrió.
El gobierno mexicano argumentó que el ingreso de personas en las circunstancias de la mina —por la alta concentración de metano— comprometía su seguridad e higiene, así como su integridad física. Esto basado en un dictamen publicado en octubre de 2007 por el Foro Consultivo Científico y Tecnológico, mismo que se encuentra actualmente bajo investigación judicial por presuntos actos de corrupción.
En 2010 se avivaron las exigencias de los familiares de los mineros, pues una situación similar había ocurrido en una mina de Chile, donde los trabajadores quedaron a mayor profundidad y distancia que en el derrumbe de Pasta de Conchos, y aun así, fueron rescatados con vida 70 días después.