A partir de un recurso de revisión promovido por un particular, el INAI determinó que Migración debe detallar, además, el número de personas reconocidas correcta o incorrectamente y un análisis sobre cómo la identificación biométrica impacta el derecho a la privacidad.
Esta tecnología incluye lectores de rostro o del iris de los ojos. Un ciudadano solicitó información de este tipo de registros, pero el INM negó el uso de sistemas biométricos en el aeropuerto capitalino, donde, afirmó, implementa filtros migratorios autónomos, con verificación facial de uno en uno.
Al analizar el recurso, el INAI concluyó que Migración no turnó la solicitud de información a todas sus unidades administrativas y dejó fuera la modalidad "Viajero Confiable", que sí utiliza datos biométricos para agilizar la identificación de personas que ingresan al país por el AICM.
"Esto se lleva a cabo a través de quioscos automatizados, donde se escanea el pasaporte, se proporcionan huellas digitales y se emplean lectores de rostro o iris", expone el INAI en un comunicado.
Con base en esto, la ponencia de la comisionada Blanca Lilia Ibarra determinó que el Instituto Nacional de Migración debe modificar su respuesta y ampliar su búsqueda de información para entregar a la persona solicitante lo requerido.