El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue, se despidió este viernes del Consejo Universitario, máximo órgano de autoridad de la institución, pues en noviembre termina su periodo en el cargo.
Tras ocho años al frente de la Máxima Casa de Estudios, Graue encabezó por última vez una sesión plenaria del Consejo. En los próximos días deberá iniciar el proceso de selección del nuevo rector.
En su discurso de despedida destacó algunos logros que alcanzó la UNAM durante su administración, pese a las "descalificaciones" que se han lanzado contra la Universidad.
"Hemos escuchado descalificaciones hacia la Universidad y su administración, resultado de la incomprensión de nuestra pluralidad y de nuestro compromiso con la verdad y el conocimiento", mencionó el rector.
Aplaudió que la UNAM incrementara su matrícula, al pasar de 346,000 estudiantes en 2016 a 380,000 en el ciclo escolar actual, pese a que el gobierno federal no incrementó el presupuesto de la Universidad.
"Casi 34,000 alumnos más en ocho años, sin un incremento real o sustancia del subsidio federal", indicó.
El rector Graue resaltó que en su administración la UNAM se consolidó entre las 100 mejores universidades del mundo, al pasar del puesto 160 al 93 en el ranking mundial.
Sin embargo, reconoció que en atención a la violencia de género dentro de la comunidad universitaria todavía hay pendientes, pese a que la Máxima Casa de Estudios modificó su reglamento para atenderla.
"En años recientes, las mujeres universitarias han denunciado la cultura patriarcal que lacera a la sociedad y afecta a nuestra casa de estudios y han alzado con firmeza su voz ante las distintas formas de violencia ejercidas contra ellas y hacia las variadas manifestaciones de la diversidad sexual. Este Consejo y esta administración han implementado acciones para eliminar estas lacras sociales y aún falta un largo camino por recorrer", sostuvo.
Además, en su mensaje de despedida exhortó a la comunidad a trabajar con apego a la normatividad.
“En los tiempos que están por venir es posible que sigamos escuchando voces que quisieran moldear, a su manera, la forma en que la Universidad Nacional toma decisiones y se gobierna a sí misma. Ante el relevo en la Rectoría, les invito a actuar en apego a nuestra normatividad; a rechazar intereses ajenos y ánimos desestabilizadores".
