“Estas empresas gastan tres veces más, el triple, en publicidad que en contribuciones al Seguro Social, prestaciones y reparto de utilidades, y las tiendas departamentales gastan cinco veces más. Sí crece la producción, sí crece el valor agregado, en cambio, los salarios no crecen al mismo ritmo”, lamentó Gómez Hermosillo.
Impacto en la juventud
La mayoría de las personas empleadas en la industria de la moda son mujeres y jóvenes. De los 3 millones 196,000 personas ocupadas en este sector, 60% son mujeres y 37% son jóvenes de entre 15 y 29 años de edad.
En el sector de la manufactura, 29% del personal es joven; en el comercio, 42%, y en las tiendas departamentales y de autoservicio, 40% del personal es joven.
A decir de Regina Trujillo, de la Alianza Jóvenes con Salario Digno en León, Guanajuato, la precariedad laboral es un problema preocupante que afecta desproporcionadamente a los jóvenes y a las mujeres.
“Me parece muy importante la revisión urgente de medidas de inclusión que se están generando para las y los jóvenes de nuestro país”, subrayó.
Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, junto a varias organizaciones civiles y sociales aliadas en la Iniciativa Arropa, piden a la industria de la moda garantizar el trabajo digno con nóminas libres de “salarios de pobreza”, donde el pago mínimo sea de 8,600 pesos libres al mes.
También exigen cumplir con la prohibición de no subcontratar al personal; mejorar las condiciones laborales; facilitar la inserción laboral de mujeres y jóvenes, y erradicar las formas denigrantes, esclavas y de trabajo infantil en toda la cadena de suministro.
"Los impactos de esta precariedad laboral son muy fuertes en la vida de las personas trabajadoras", dijo Elizabeth Ávalos, de la colectiva de mujeres Rosa Luxemburgo.