Para Graber Ladek, esta situación responde a que los migrantes tienen esperanza de cruzar a Estados Unidos al creer que será más fácil que cuando estaba vigente el Título 42, una medida estadounidense que acabó el pasado 12 de mayo y que expulsaba de inmediato a migrantes con el argumento de la pandemia, reemplazada ahora con el Título 8 y mayores restricciones al asilo legal.
Apenas a finales de mayo, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, presumió de que tras el fin de la política migratoria de EU el número de migrantes en la frontera entre ambos países había descendido a casi 150,000 en el mes, unos 100,000 menos que a finales de 2022.
Panorama preocupante
La funcionaria internacional externó la preocupación de la OIM por el alza de la movilidad, pues explicó que, según las Encuestas sobre Migración en las Fronteras Norte y Sur de México (EMIF Norte y EMIF Sur) elaboradas de julio a noviembre de 2022, también se han elevado los “coyotes” (traficantes de migrantes).
“Por lo menos 50 % de las personas o cinco de cada 10 están usando un coyote o un traficante para cruzar México”, puntualizó.
Las encuestas de la OIM, recordó, reflejan las consecuencias de los últimos dos años de políticas de salud y migración que prevalecieron en la pandemia.
Entre los cambios, indicó, está también el aumento en los costos para llegar a Estados Unidos, pues los llamados “coyotes”, explicó, cobran ahora hasta 30,000 dólares por el trabajo.
“Es un negocio muy lucrativo, muchas veces va muy a la mano con el tráfico de drogas, el tráfico de personas obviamente y también el tráfico de armas. Son las mismas organizaciones criminales que están manejando este delito”, expuso.