“Pasar más hambre que un maestro de escuela”, reza un dicho popular que dibuja la realidad de la mayoría de las y los profesores en México, quienes, pese a ejercer una labor fundamental, perciben sueldos bajos.
A los docentes se les ha prometido una mejora en sus ingresos, pero persisten las dudas sobre cuándo ocurrirá y la desigualdad salarial.
De 2018 a 2023, el gobierno federal ha anunciado aumentos salariales al magisterio. El último fue el 15 de mayo, cuando el Día del Maestro, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció, sin dar más detalles, que incrementarían los sueldos de las y los maestros en 8.2%.
“Aplicará un aumento al sueldo de maestras y maestros de 8.2%, en promedio. Además, ningún maestro ni trabajador de la educación ganará menos de 16 mil pesos mensuales”. Ésta fue la declaración del presidente López Obrador, que se sumó a la de 2022, cuando prometió un aumento salarial escalonado de hasta 3%.
El anuncio fue recibido con aplausos, pero los analistas dudan de su cumplimiento dado que la distribución salarial es opaca. “El año pasado también se hizo un anuncio similar y no supimos si todos los maestros fueron compensados. Este año volvieron a hacer ese mismo anuncio, lo cual nos lleva a pensar que no lo cumplieron el año pasado”, advierte Fernando Ruiz Ruiz, director de Investigación en Mexicanos Primero.
No es la única promesa del gobierno a los docentes. También ha propuesto federalizar la nómina docente, es decir, administrar y pagar los sueldos desde la federación. Pero, hasta ahora, tampoco esto se ha cumplido a cabalidad. No se han borrado las desigualdades salariales del personal docente e impedido que los recursos públicos destinados a este fin se ejerzan sin opacidad.
“Desde inicios de este gobierno se dijo que la federación absorbería el total de la nómina educativa. Esto no ha sucedido, los estados siguen pagando una parte de los recursos”, aclara Alejandra Llanos Guerrero, coordinadora de Educación y Finanzas Públicas en el Centro de Investigación Económica Presupuestaria (CIEP).
El anuncio del aumento salarial plantea algunas dudas sobre su aplicación porque, hasta ahora, esas promesas parecen no haberse cumplido. "¿De dónde provendrán los recursos para financiar el aumento y qué garantizará que sea equitativo?", cuestiona la experta del CIEP.
Actualmente, el Gobierno federal transfiere dinero a los estados para el pago de la nómina educativa. Los recursos pertenecen al Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y el Gasto Operativo (Fone). A través de este instrumento se pagaron las nóminas de 889,383 docentes en 2022, de los cuales 99.3% dan clases en educación básica.
Ese año, el gobierno federal gastó 295,493 millones de pesos en los salarios del magisterio, lo que equivale a 66.2% del presupuesto total del fondo, explica Llanos Guerrero en la investigación Federalización de la nómina educativa. Salarios, transparencia e impacto presupuestario.
En un contexto de recursos insuficientes en educación 📚, en 2018 el @GobiernoMX anunció que buscaría hacerse cargo de la nómina de todo el magisterio 🧑🏫 para que las entidades federativas tengan solvencia económica.
— CIEP, A.C. (@ciepmx) June 21, 2023
¿Cuántos recursos💰 se necesitan para ello?
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Este fondo, lejos de crecer sus recursos para poder pagar más a las y los profesores, disminuyó 9.9% entre 2015 y 2023, afirma. Además, aunque en el Paquete Económico se aprobaron partidas presupuestales para este rubro, al final no se ejercieron. Al menos, el aumento salarial no se dio a través del Fone.
“Esta reducción no va de la mano con el aumento que se está planeando. Además, las partidas específicas vinculadas con aumentos salariales no terminan nunca por ejecutarse. Al final, estas partidas vienen en cero”, subraya en entrevista.
Hace unos meses, los Colegios de Bachilleres estallaron una huelga en la Ciudad de México y una de las razones, según profesores consultados, fue, justamente, el incumplimiento del aumento salarial escalonado.
El investigador Ruiz explica que el aumento prometido podría ser viable debido a que López Obrador es el presidente que más controla el presupuesto gubernamental y eso le ha permitido destinar mucho dinero a sus proyectos prioritarios sin consecuencia política.
“Pero me parece engañosa la forma como lo plantea. Lo está diciendo como si todos los maestros tuvieran el mismo sueldo, eso es inexacto. Hay una enorme desigualdad en los ingresos de los maestros”, menciona.
En 2022, el salario promedio de las y los docentes fue de 329,075 pesos al año. Sin embargo, todavía hay 73,163 docentes que no reciben nómina a través del fondo educativo. Para incluirles en este presupuesto se requerirían 21,895 millones de pesos adicionales, sin considerar el aumento propuesto por López Obrador, estima la experta.
Destinar ese dinero al pago de nómina podría impactar otras áreas educativas, pues este año el presupuesto del sector ha sido el más bajo de la última década. “(Esto) limitaría los recursos para atender otras carencias educativas como infraestructura, caída de la matrícula y pérdida de aprendizajes”, advierte en el estudio.
A esto se suma que el salario docente es inequitativo y diferente en cada estado del país. En Veracruz, Tamaulipas y Guerrero, por ejemplo, la mayoría de docentes percibe un sueldo anual de máximo 236,291 pesos.
En Oaxaca, Puebla, Chiapas, Michoacán, Guanajuato e Hidalgo, de entre 236,291 y 262,800 pesos al año. En contraste, más profesores de Jalisco, Baja California y Quintana Roo superan este último sueldo y alcanzan un monto de hasta 1 millón 227,552 pesos al año. Algunos docentes, aunque muy pocos, alcanzan más de 4 millones de pesos anuales.
Las diferencias salariales del magisterio se explican, entre otros factores, por la diversidad en los contratos. El 70.9% de docentes de educación básica tiene una plaza y un salario promedio anual de entre 255,497 a 434,698 pesos. Casi un tercio (28.1%) trabaja por hora, con un sueldo al año de 217,079 a 408,450 pesos, dependiendo del estado donde laboren. Sólo 1.1% trabaja en ambas modalidades y percibe los mayores ingresos, con 492,951 pesos. “Esto es 1.6 veces el salario promedio de los docentes que tienen solamente una plaza”, expone la experta.
Como la nómina docente opera con opacidad, coinciden los especialistas, presenta diversas irregularidades, como la duplicación de docentes. En su investigación, Llanos Guerrero encontró que el año pasado había 1,371 docentes registrados en distintos estados que ni siquiera colindan entre sí. También identificó casos de profesores con hasta seis plazas o 10 centros de trabajo diferentes.
“Es el caso de un docente que estaba registrado en Oaxaca, Tamaulipas y Veracruz. No hay forma de que tú puedas asistir a clases en estos estados que están tan lejos”, detalla.
Para la especialista, es una contradicción que se pretenda aumentar los salarios del profesorado sin incrementar el presupuesto educativo. Por ello urge a destinar una mayor inversión al sector y ejercerla equitativa y eficientemente.
Aunque son diversos los factores que influyen en la calidad de la enseñanza, el salario del personal docente puede influir en la motivación con la que educan. Llanos Guerrero subraya que una recomendación internacional es que las y los profesores más talentosos enseñen en los lugares con los mayores retos educativos.
Sin embargo, es difícil que el magisterio acuda a zonas remotas si este esfuerzo no se refleja en salarios dignos. Ilustra con el caso de Oaxaca. Esta entidad presenta el menor número de estudiantes que ingresan a educación básica y concluyen la educación superior, pero también es la entidad con la mayor proporción de docentes con menor salario.
Fernando Ruiz agrega que las y los profesores con los sueldos más bajos se ubican en las escuelas de mayor marginación, generalmente en zonas rurales. “Lo cual nos deja muchas dudas respecto a si va a ser posible ese aumento de 8.2%. Este presidente puede disponer de recursos, pero no estamos muy seguros de que todos las promesas que hace se estén cumpliendo”, asegura.
