El 20 de junio de 2022, en Chihuahua, al norte del país, dos jesuitas, Javier y Joaquín, intentaron salvar a Pedro Palma sin que tuvieran éxito y un criminal matara a los tres en la iglesia de Cerocahui, donde los sacerdotes servían a los pueblos de la Sierra Tarahumara.
“La sangre de las víctimas esta vez fue derramada en el altar del templo y nos sacudió a toda la sociedad mexicana. Esta sangre derramada se unió a la de miles de víctimas, amplificó el reclamo de justicia, el cese de la impunidad y la violencia y se convirtió en llamada para reforzar o sumarnos a la tarea de construir la paz”, agregó.
Mayo pasado fue considerado como el mes más violento en lo que va de 2023, con un promedio de asesinatos diarios de 76 y un acumulado de mensual de 2,350 homicidios dolosos.
Según un conteo de T-ResearchMX, durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador han ocurrido 156,204 asesinatos en México, con base en cifras oficiales de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
Aunque la iglesia católica en México reconoció que las causas de esta violencia son diversas y complejas, enfatizó que la injusticia, corrupción, desigualdad y polarización “son algunos fundamentos de esta, que en tanto su gran complejidad, requieren de acciones complejas”.
Además, enfatizó que se requiere construir una “paz social que es trabajosa, artesanal, esa paz que es fruto y es sostenida por la cultura del encuentro”.