El avión presidencial no solo cambió de dueño y país, también de imagen. El Boeing 787-8, vendido por el gobierno de México en 1,600 millones de pesos, luce nuevas placas, nueva bandera y nueva leyenda.
A las 03:20 horas de este lunes, el avión salió de California, Estados Unidos, hacia el Aeropuerto Internacional de Dusambé, en Tayikistán.