¿Quién pagó el avión presidencial?
Banobras compró el avión a la empresa Boeing en la cantidad de 114.6 millones de dólares; esto resultó 42.7% menos del precio que la aeronave tenía en el mercado por tratarse de uno de los primeros aviones de este tipo (con un precio aproximado de 200 millones de dólares), de acuerdo con lo que había informado el gobierno mexicano. Cabe mencionar que en ese momento el tipo de cambio estaba en 13.5 pesos por dólar.
Al final, el valor del avión “José María Morelos y Pavón” ascendió a 218.7 millones de dólares debido a las adecuaciones que se le hicieron, tanto de ingeniería y sistemas como de estructura.
Una vez que se concretó la compra (en noviembre de 2012), Banobras firmó un contrato de arrendamiento financiero con el gobierno federal a 15 años; es decir, será hasta 2027, cuando se liquidará la deuda con la institución bancaria, y, entonces, la aeronave pasaría a formar parte de los activos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
El esquema de arrendamiento es comúnmente utilizado para la compra de este tipo de activos, permitiendo, en este caso al gobierno, diferir los pagos y reducir el impacto presupuestal para no afectar a otros rubros.
Y aunque la compra del avión fue aprobada por el gobierno de Felipe Calderón, la decisión de que ésta se concretara fue de la administración de Peña Nieto, que semanas previas al arribo de la aeronave ordenó estudios para evaluar la posibilidad de venderla, lo cual, evidentemente, quedó descartado.