"Hacemos un llamado a los tres órdenes de gobierno -municipal, estatal y federal- a sumar esfuerzos para que, por medio del diálogo y la cooperación, junto con la sociedad civil, se establezcan las acciones enfocadas en el bienestar de los migrantes. Es necesario dejar de verlos como criminales y garantizarles un trato digno y humano", apuntó la Arquidiócesis de México en su editorial de este domingo en su semanario Desde la Fe.
La noche del 27 de marzo un incendio en un centro migratorio en Ciudad Juárez, Chihuahua, acabó con la vida de 39 personas, de las cuales seis eran hondureñas, siete salvadoreñas, 18 guatemaltecas, una colombiana y siete venezolanas.
Además de los fallecidos, el accidente dejó 28 heridos, de los cuales 24 permanecen hospitalizados y hasta ahora solo cuatro fueron dados de alta. En la estación migratoria había unos 70 migrantes.
El viernes, el gobierno ordenó el cierre del centro y la Fiscalía de México detuvo a cinco personas que se encuentran en prisión provisional, tres funcionarios del INM y dos agentes de la empresa de seguridad privada, que operaba la estación migratoria.
También tiene identificado al migrante que presuntamente inició el fuego que causó la muerte de 39 personas.
En el texto, la iglesia señaló que aunque ya se generaron órdenes de aprehensión para castigar a los involucrados "la deuda social con los migrantes no termina ahí".
"El dolor de dejar su país y su hogar en busca de mejores oportunidades ya es demasiado como para ser tratados como criminales durante su trayecto", apuntó.