El capítulo 6 de 'El rey del Cash'
En este apartado, la autora describe que desde el inicio del esquema de financiamiento ilícito hacia las campañas de López Obrador, éste esfuerzo estuvo encabezado por Alejandro Esquer, quien en la primera campaña presidencial fue el encargado de pagar los salarios tanto de López Obrador como de su familia y colaboradores cercanos como César Yañez, Nicólas Mollinedo, Laura Nieto y Gabriela García Hernández.
Esquer, quien hoy es secretario particular del presidente de la República, se convirtió así en el principal operador de este esquema de financiamiento y del manejo del dinero recibido por parte de secretarios y funcionarios principalmente del Gobierno de la Ciudad de México y en el que también estuvo involucrado Alejandro Encinas, hoy subsecretario de Gobernación, y que según relata, en una ocasión fue detenido con una fuerte cantidad de dinero en Tamaulipas, pero que con "una llamada al poderoso Nicolás Mollinedo evitó que pasara a mayores y se hiciera público en los medios".
"Durante ese año (2005), con Encinas al frente del Distrito Federal, continúo el moche a los a los trabajadores de confianza, según me cuentan funcionarios titulares de las secretarías que debían pasar su mensualidad en efectivo, haciendo malabares en sus presupuestos. Con ese dinero y el financiamiento que daba el PRD, López Obrador empezó a tejer redes y estructuras en todos los estados", apunta el libro.
En este capítulo, Elena Chávez señala además que el encargado de sentar las bases de la estructura política de López Obrador a nivel nacional fue Alberto Pérez Mendoza, quien fuera titular del Registro Público de la Propiedad en el Distrito Federal, y que según describe "llegó a conocer la ira de su paisano cuando perdió la elección presidencial".
Y es que luego de las elecciones de 2006 López Obrador acusó directamente a Pérez Mendoza de su derrota ante Felipe Calderón, fue así que desde ese año nada se supo de él, hasta que murió en 2013 estando internado en un hospital de la Ciudad de México.
"López Obrador quiso visitar a Alberto Pérez Mendoza cuando estaba internado, pero cuando llegó, el otro “hermano”, de los muchos que ha tenido el tabasqueño, ya había muerto. Fue la única vez, me contaría después César, que vio llorar a López Obrador y pedirle perdón a un hombre que ya no podía escucharlo ni responder sus agravios", describe la autora.
AMLO en la derrota
Elena Chávez narra en este mismo capítulo que la noche del domingo 2 de julio del 2006, día en que se llevaron las elecciones presidenciales se convirtió en "la noche triste", pero además en esa noche nació también en el alma de López Obrador "el peor de los sentimientos humanos: el odio y la venganza".
Ese odio, que en palabras de la autora, también lo llevó a "crear estrategias como el plantón de Reforma, el movimiento de “voto por voto, casilla por casilla”, la 'presidencia legítima' y la toma de la Cámara de Diputados el día que Calderón llegó hasta el recinto legislativo por la puerta trasera para recibir la banda presidencial y salir de inmediato ante la furia desatada por los perredistas que lo querían crucificar".