“¡Fuera Mario! ¡Fuera Mario! ¡Fuera Mario!”, gritaron los morenistas frente al Monumento a la Revolución de la Ciudad de México. Aprovecharon cada pausa en los discursos del sacerdote Alejandro Solalinde e Irma Eréndira Saldoval, exsecretaria de la Función Pública, para lanzar consignas contra los que conducen a Morena.
“Tenemos claro que a la cúpula del partido le tienen sin cuidado nuestras solicitudes y exigencias. Ya no perdamos más tiempo pidiéndoles nada. Es hora de reconocer que la dirigencia del partido nos ha abandonado. Es la hora de tomar Morena en nuestras manos”, dijo Ackerman en su intervención.
“Ganaremos la batalla contra los mapaches y chapulines de Mario Delgado”, agregó. Los gritos de los presentes continuaron contra la dirigencia nacional morenista.
El enfoque de la Segunda Convención Nacional Morenista fue acordar “acciones concretas a favor de la defensa de los principios fundacionales del movimiento”. Se realizó semanas después de que el mismo Ackerman denunciara que el proceso interno de Morena para elegir consejeros y consejeras estuvo plagado de irregularidades.
El discurso de Ackerman, lleno de referencias a las palabras de Andrés Manuel López Obrador, también anticipó que se reunirían firmas para exigir que la elección morenista se anulara.
“Nadie podrá llenar los zapatos de Andrés Manuel, sólo todos juntos podremos dar continuidad a este proyecto”, dijo el integrante del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. “¡Fuera Mario!”, se escuchó otra vez, y otra vez.
La dirigencia de Morena “muestra que desprecian, muestra desdén hacia las demandas de las bases morenistas. Aplicaron la máxima salinista: ni los veo, ni los oigo”, añadió Ackerman. Y los gritos contra Delgado y Hernández continuaron.
La Convención Morenista concluyó con la entonación del himno nacional mexicano. Cerca de 5,000 personas participaron, y muchos se trasladaron desde otras entidades, de acuerdo con los organizadores del evento.
Casi a la misma hora del evento en el Monumento a la Revolución, Mario Delgado aseguró en redes sociales que Morena avanza en su proceso de reorganización interna.
“Este fin de semana estamos celebrando 11 congresos estatales y hoy estuvimos presentes en el que se llevó a cabo en Colima, mi querida tierra”, dijo. “¡Morena es el partido más democrático de México!”, añadió.
“Este ha sido un proceso transparente, abierto y democrático. Donde la gente decidió quiénes debían ser los congresistas nacionales. Y los congresistas, hoy y los próximos fines de semana, con voto libre y secreto, estarán eligiendo a sus dirigentes. En Morena podemos tener diferencias porque somos plurales; no tenemos pensamiento único. Pero estamos unidos en esta misión de fortalecer la cuarta transformación”, declaró Delgado.
“Somos un partido de millones, somos un partido del pueblo de México. Y eso quedó demostrado en este proceso interno que tuvimos. Ahora como dirigentes nos corresponde hacer un trabajo institucional, Morena tiene que ser un partido con una gran capacidad de organización y movilización, y debemos evitar la formación de estructuras burocráticas que finalmente, terminan estorbando en las distintas coyunturas”, agregó el líder morenista.