“En un país con una grave crisis forense y una muy lamentable incidencia de desapariciones, este mecanismo de identidad que hemos puesto a disposición de todas las autoridades de los tres niveles de gobierno, puede ser una pieza clave en la búsqueda de personas”, dijo Córdova Vianello este domingo en un video que publicó en Twitter.
El INE –agregó– es una institución autónoma, pero “sabemos colaborar con otras instancias”.
La semana pasada, el INE firmó convenios con los gobiernos de Coahuila y Nuevo León para la búsqueda e identificación de personas desaparecidas, a través de la compulsa de huellas dactilares de cadáveres con datos biométricos del Padrón Electoral.
Córdova recordó que los registros del padrón electoral es la base de datos más grande y confiable del Estado mexicano, pues 94 millones 164,000 ciudadanos han confiado al INE sus datos biométricos (las 10 huellas digitales) para sacar su credencial, principal mecanismo de identificación en México.
Esos datos personales de los mexicanos están bajo resguardo del INE y no se entregan a ninguna autoridad, sino que el padrón puede ser consultado electrónicamente para saber si las huellas dactilares -enviadas por las autoridades- coinciden con los registros de las bases de datos.