El narcotráfico "está cambiando y nosotros tenemos que cambiar también", subrayó el subsecretario al reconocer el impacto del tráfico de opioides como el fentanilo que afectan a comunidades en Estados Unidos y México.
"Tenemos que reconocer en Estados Unidos nuestra responsabilidad por (el tráfico de) armas y dinero que pasa la frontera hacia el sur", dijo Robinson en español.
Robinson indicó que como parte de un acuerdo bilateral con México alcanzado en enero pasado, ambos países colaboran contra el narcotráfico pero también reconocen que los daños a la salud pública y la violencia armada son problemas comunes que requieren de soluciones conjuntas.
"Tenemos que reconocer que hay un enorme problema por las armas que cruzan hacia el sur, y por eso mis colegas de las agencias del orden colaboran más de cerca con sus contrapartes en México, para monitorear la situación y detener el flujo de armas", declaró Robinson.
Por su parte, Salazar señaló que acudieron juntos a la frontera para informarse de primera mano sobre la situación del tráfico y decidieron hacer declaraciones junto a un "narcotúnel" para "mostrar la realidad que se vive en la frontera".