El diplomático recordó que es “muy preocupante” que amplios sectores de la población no tengan ya electricidad ni agua, ni acceso a la infraestructura básica, y que las comunidades que van quedando aisladas presentan escasez de víveres y medicinas, cuando los servicios de salud deberían preservarse a toda costa.
De la Fuente expresó: "Ucrania requiere hoy de la solidaridad económica internacional para atender las crecientes necesidades de apoyo humanitario".
Por eso hizo un llamado a permitir el acceso a todos los trabajadores humanitarios sin restricciones para que puedan prestar sus servicios. También pidió que se mantengan las fronteras abiertas para que todos aquellos que busquen protección la encuentren, y que se respete el principio de non-refoulement (no devolución).
“Como hemos escuchado, son ya cientos de miles las personas desplazadas tanto al interior de Ucrania como las que buscan refugio en países vecinos. Si bien se trata aún de cifras muy preliminares, estas ya son alarmantes y van en una escalada acelerada”, señaló.
El embajador señaló que si bien reconocen el derecho que asiste a los estados a su legítima defensa, “no deja de ser preocupante también, el incremento sustancial en el flujo de armas y el impacto que estas tendrán sobre la población civil”.
El fin de semana, el gobierno de Estados Unidos, encabezado por Joe Biden, aprobó la entrega de 350 millones de dólares para armamento, mientras que la Unión Europea ofreció apoyo logístico para la entrega de material que los diferentes estados miembros han anunciado dado que en sí no cuenta con ejército ni armamento propios.