Ideas y contrapesos
La pluralidad de la discusión se reflejó en que el debate no se limitó a esa sala virtual. En simultáneo, usuarios como Karina Almaraz (@almarazkari) abrieron el espacio #NoTodosSomosLoret, al que también se sumaron cientos de participantes.
En ese foro, los asistentes insistieron en la necesidad de no centrar la discusión en el caso particular de Loret, sino en que se debe observar el conjunto de problemas que viven los periodistas en México, en particular en los estados: bajos sueldos, falta de prestaciones, ausencia de condiciones de seguridad para poder laborar…
Incluso, algunos usuarios consideraron necesario cuestionar el trabajo periodístico de Loret, mientras que otros enfatizaron que no sumarse al hashtag #TodosSomosLoret no implica respaldar las actitudes de López Obrador y de Morena contra la prensa.
En este punto, se dio una confrontación con el columnista Pedro Miguel, cercano al mandatario, quien entró a la sala, pidió la palabra y acusó de “soberbia” a los periodistas, pues —argumentó— no son las únicas víctimas de la violencia sino la ciudadanía en su conjunto. Este comentario causó molestia y que Pedro Miguel fuera expulsado del lugar.
Y así, dieron las 9, las 10, las 11, las 12, la 1… y pasadas la 2:00 horas del sábado, todavía había 22,000 usuarios conectados queriendo participar solo en la sala #TodoSomosLoret.
Horas antes, por la tarde, el presidente López Obrador dijo celebrar que se debata en estos tiempos. “Es un momento estelar en la historia de México, es un proceso de transformación. Y vámonos adelante, a la confrontación de ideas, al diálogo, al debate”, aseguró en el arranque de su gira en Sonora.
Por la noche, desde los espacios virtuales, hubo debate, hubo reclamos, hubo llamados a la acción.
“Algo se rompió este viernes…”. Sí, se rompió el silencio.