El código también abarca otros temas.
Hacer uso de lenguaje altisonante también estará prohibido, de ahí que se deberán evitar las expresiones de burla tendientes a menoscabar la ideología u opiniones de las personas; igualmente, se deberá evitar encomendar actividades injustificadas al personal a cargo y perjudicar el clima laboral a través de descalificaciones o desmotivaciones.
Para la implementación de los principios y valores del código, los funcionarios tendrán que considerar que las redes sociales pueden constituir una extensión de las personas en medios electrónicos, por lo que deberán mantener un comportamiento respetuoso, además de que no podrán bloquear a las personas para que no sigan sus perfiles y mensajes.
A lo largo de sus 24 artículos, el código da cuenta de los principios, los valores, las reglas de integridad y los compromisos que deben difundirse y acatarse en toda la administración pública.
Con ello, se busca propiciar ambientes laborales adecuados, fomentar la actuación ética y responsable de los funcionarios, así como erradicar conductas que representen actos de corrupción.
Entre otras normas, el código toma como base la Ley Federal de Austeridad Republicana, mediante la cual se busca combatir la desigualdad social, la corrupción y el despilfarro de bienes y recursos nacionales, administrándolos con eficiencia, eficacia, economía, transparencia y honradez para satisfacer los objetivos para los que están destinados.