La audiencia fue presidida por el juez Rudolph Contreras. El gobierno de EU estuvo representado por el fiscal Anthony Nardozzi, mientras que la defensa legal de Coronel estuvo a cargo de Jeffrey Lichtman y Mariel Colón, quienes desde temprana hora llegaron al Tribunal Federal de EU, en Washington.
Durante la audiencia, Emma Coronel se declaró "participante mínima" en los negocios de su esposo, aun cuando los cargos por tráfico de heroína, cocaína, metanfetamina y marihuana son por un total de 360,000 kilogramos.
Incluso, el fiscal Nardozzi declaró que dentro del Cártel de Sinaloa, Coronel no tenía un rol de liderazgo. "Más bien era un engranaje en una rueda muy grande de una organización criminal".
Por su parte, el juez Contreras pidió a la Fiscalía que usara como base para la sentencia a otros acusados del Cártel de Sinaloa que sean comparables al rango de Emma Coronel en la organización criminal, lo cual fue discutido en privado.
Aunque los delitos que se le imputan son graves, a diferencia de su esposo, Emma Coronel, de 32 años, no recibió cadena perpetua gracias a un acuerdo al que llegó con los fiscales y a que no tiene antecedentes penales.
En un momento de la audiencia, Emma Coronel se dirigió directamente al juez, ofreció disculpas por los daños causados y dijo que no quiere que sus hijas crezcan sin ninguno de sus padres.