En un comunicado difundido hoy por el INE éste indicó que en la publicación “se observa que la estructura de los datos sospechosos puede corresponder con datos del Padrón” y preliminarmente podría tratarse de un corte de información de 2018, “cuya exposición se ha estado investigando desde abril de 2020”.
Esta sería la sexta filtración de datos del padrón electoral que ha sido detectada y, según la comunicación oficial del INE, el instituto se mantiene comprometido con la protección de la base de datos del padrón.
"(La cual) tiene bajo su custodia, velando en todo momento por la seguridad y buen uso que se haga de la misma”, se lee en el documento.
Ayer Alon Gal, cofundador de Hudson Rock, firma especializada en ciberdelincuencia y seguridad informática publicó en Twitter capturas de pantalla que evidenciarían la venta del padrón electoral mexicano y la alerta respecto a que se estarían vendiendo “91 millones de registros personales” del INE.
“Afirman que la base de datos es de 2021 y contiene la información privada de todos los votantes mexicanos. Esta es la segunda vez que el INE 'sufre' una infracción”, escribió.
Apunta responsabilidad a los partidos
El INE ha detectado y sancionado hasta ahora cinco casos de negligencia que hizo posible poner a la venta o exponer información del padrón electoral, todos atribuibles a partidos políticos, quienes antes podían acceder a las bases de datos electorales para realizar tareas de supervisión y vigilancia de la Lista Nominal de Electores (LNE).
Sin embargo, desde 2016 en que se detectó la filtración a la página buscardatos.com, el INE suspendió la entrega a los partidos del LNE en medios electrónicos, como permitía la ley para que las fuerzas políticas realizaran sus tareas de revisión permitidas en la Constitución.
Ahora, sólo se imprimen cuadernillos con el LNE para cada elección, y a los partidos y representantes sólo les proporciona claves de elector, sin información de domicilio. Además, de forma permanente les permite acceso a la LNE en centros de cómputo de acceso controlado, sin posibilidad de grabar, enviar por internet, imprimir, copiar o almacenar datos por ningún medio.
Así, todas las filtraciones y venta de datos del padrón que habían ocurrido eran sobre listados de años anteriores a las restricciones establecidas por el INE.
Sin embargo, este nuevo caso detectado podría tener otra fuente de origen, pues los datos presuntamente son de 2018, según el INE.