Como líder nacional del PRD, López Obrador dio a ese partido sus primeros triunfos: Distrito Federal, Zacatecas, Tlaxcala, Baja California Sur. Como candidato y gracias a los votos obtenidos, de 2006 a 2007 el PRD pudo tener casi 90 millones de pesos más de prerrogativas.
A cambio, cobijado con las siglas del PRD, López Obrador creció de candidato a gobernador de Tabasco a candidato presidencial en dos ocasiones (2006 y 2012) para luego renunciar, no sin un periodo de “licencia” en que se dedicó, en 2009, a fortalecer y hacer campaña en contra del perredismo, aunque aún fuera militante, y a favor de candidatos del Partido del trabajo y a Convergencia.
Así, estuvo en el PRD desde que se fundó en mayo de 1989, hasta que renunció, en septiembre de 2012.
Al abandonar al PRD, heredó a éste una multa de 127 millones de pesos por rebases de tope de campaña en 2012.
Además, derivado incluso de las movilizaciones poselectorales que López Obrador encabezó en 2006 dejó al PRD adeudos adquiridos un sexenio antes con diversos proveedores por renta de carpas y equipos de sonido para el mega plantón en Avenida Reforma, saldo que se estimó en 32 millones de pesos.
Al PRD en el Distrito Federal esas protestas le costaron 3 millones de pesos, y en total en multas electorales se estiman 7.5 millones de pesos.
Al irse del PRD, otros dirigentes también heredaron a éste, al PT y a MC multas por sus irregularidades, como el caso de los ex senadores Layda Sansores, Mario Delgado y el exlíder perredista Leonel Cota, todos hoy en Morena, quienes rebasaron topes de gasto de campaña cuando contendieron en la entonces Coalición Movimiento Progresista.
La mayoría de las sanciones, deudas y pleitos legales fueron saldados por el PRD en 2019, y sus multas electorales cada vez son menos –ahora el más multado es Morena– pero aún así el perredismo sigue en dificultades financieras por la reducción de ingresos derivada de la caída electoral.
Además, aún litiga el reclamo de cobro de al menos 400 millones de pesos que según el empresario argentino Carlos Ahumada hizo al PRD entre 2003 y 2004, bajo la dirigencia de la experredista Rosario Robles.
En ese escenario de crisis se enfrentará por segunda vez en las urnas a López Obrador, en desenlace que podría marcar la desaparición de la izquierda histórica en el país.