¿Quiénes son estas mujeres?
La organización expone en el informe que la comisión de delitos relacionados con el crimen organizado está vinculada a contextos de exclusión social, pobreza y violencia de género que las mujeres enfrentan a lo largo de su vida.
Tras revisar las cifras de la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad (ENPOL 2016), ASILEGAL concluyó que el perfil de las mujeres privadas de la libertad por transportar drogas corresponde a mujeres con rezago educativo, en situación de pobreza y, por lo general, madres solteras.
Por edad, las mujeres privadas de libertad por delitos contra la salud, armas o secuestro tienen entre 18 y 40 años.
Otro patrón es que el 56% de las mujeres presas por estos delitos corresponde a personas solteras, mientras que las casadas o en unión libre constituyen el 44%. A esto se suma que el 96% dijo ser jefa de familia, por lo que extender sus procedimientos representa una mayor violación a sus derechos humanos.
En cuanto a su situación laboral, las mujeres privadas de libertad por estos delitos recibían antes de su detención un salario promedio de 4,600 pesos mensuales y casi todas se desempeñaban en el sector terciario.
Las cifras también indican que el 98% de las mujeres en esta situación sabe leer y escribir, pero su nivel máximo de estudios es secundaria.
"Las mujeres se ven obligadas a incurrir en estas prácticas por todas las violencias y exclusiones que han sufrido a lo largo de su vida, violencias que se incrementan cuando son detenidas", señaló la periodista Daniela Rea en la presentación.