Un informe con deficiencias
El tercer informe se publica cada año en febrero, en él se reportan los hallazgos de dos anteriores, pero no son responsabilidades fincadas, pues los entes públicos tienen la oportunidad de solventar lo que pudiera ser un daño al erario y acatar las recomendaciones que hace la Auditoría Superior de la Federación.
Para Muna Buchain, exauditora forense de la ASF, el documento “no tiene ni cara ni cabeza”, además de que se presentó en “opacidad”, un sábado a mediodía, y tiene muchas deficiencias técnicas.
“Es información inconsistente que no presenta datos ni congruencia, en la que no hacen un análisis serio de lo que es una auditoría de desempeño meticulosa. No hay una evaluación seria, los datos no son consistentes, no hubo el rigor técnico apropiado, los datos que presentan no tienen ningún soporte, es un informe hasta visceral”, afirma en entrevista.
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Cuestiona el hecho de que se haya hecho una auditoría al desempeño –que no es vinculante– de la cancelación del aeropuerto, y no una revisión pormenorizada. “Son auditorías que carecen de un enfoque que va dirigido a ver un daño patrimonial, sino que son dirigidos a revisar las operaciones, entendidas como eficiencia y eficacia y buscar áreas de mejora o proporcionar información integral de cuál es finalmente la conclusión de un proceso, y en este informe no tenía eso”, comenta.