En un local rentado de nueve metros cuadrados, Reyes recibe a unas 30 personas al día, la mayoría con síntomas sospechosos de COVID-19, a quienes trata siguiendo una guía del gobierno y recomendaciones de colegas.
Los médicos de colonia son "la entrada número uno" de pacientes con COVID-19 y un actor clave "para que no se sature el sector salud", dice Reyes, de 30 años.
En la acera de enfrente seis personas aguardan su turno, mientras una asistente ofrece gel antibacterial y toma la temperatura a quienes entran al establecimiento.
En México, 43% de las consultas generales se realiza en sitios privados, según la Unión Nacional de Farmacias, Clínicas y Consultorios (Unifacc). Esa red da 180,000 consultas diarias, casi la misma cantidad que el IMSS en tiempos normales, dice Óscar Zavala, presidente de la asociación.
La ocupación hospitalaria en la Ciudad de México es de 79%. En tanto, en el vecino Estado de México, llega a 76%.