El general Cienfuegos, jefe del Ejército mexicano durante el mandato de Enrique Peña Nieto, fue detenido el 15 de octubre en Los Ángeles, EU, tras una investigación de la DEA, que lo acusaba de vínculos con el crimen organizado y de lavado de activos, pero tras un ejercicio diplomático sin precedentes, regresó a México para ser investigado por las autoridades locales.
Este 14 de enero, la FGR informó por boletín que no se ejercía acción penal contra Salvador Cienfuegos porque "no se encontró prueba alguna" que lo relacionara con grupos delictivos ni detectaron irregularidades en su patrimonio, entre otros puntos.
Tras la decisión de la Fiscalía General, el presidente Andrés Manuel López Obrador remarcó en su conferencia de prensa matutina de este viernes que los "elementos de prueba" presentados por la DEA "no tienen ningún valor probatorio" para enjuiciar a Cienfuegos.
El presidente además, vio una cierta relación entre la fecha de la detención de Cienfuegos y las elecciones estadounidenses. "Todo esto hay que aclararlo", subrayó.