“Éste es un cuestionario que nos ayudará a saber si usted es un potencial candidato para participar en uno de los protocolos de investigación para vacunas contra SARS-CoV-2, el virus que causa COVID-19”.
Ésta es la frase con la que se empieza el test para aplicar a ser uno de los voluntarios que recibirán el proyecto de vacuna de CanSino Biologics. De entrada se requiere ser mayor de 18 años.
A través de redes sociales, el Instituto de Nutrición emitió la convocatoria a la que puedes acceder por link o código QR y continuar con el procedimiento.
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— INCMNSZ (@incmnszmx) November 23, 2020
El pasado 11 de noviembre, Guillermo Miguel Ruiz-Palacios, investigador del Instituto, detalló que para aquellos que tengan la voluntad de participar en estos protocolos, se les pasa una primera información, que se le llama de preinclusión o pre-screening, en donde ellos tienen que llenar y si tienen las características que se requieren para que puedan ingresar en el estudio, se les da una cita y así es como se empieza.
Entre la preguntas que se realizan están edad, peso, estatura, si ha tenido alguna reacción alérgica a otras vacunas o si padece diabetes, hipertensión, enfermedades del corazón, lupus, hepatitis, entre otras. También se cuestiona si tiene alguna enfermedad psiquiátrica como depresión, ansiedad, esquizofrenia, trastorno bipolar
La AD5-nCoV, como es llamado este prototipo de vacuna, es la primera que inició la fase 3 de ensayos clínicos en el país. Se propone que sea de dosis única con una inyección vía intramuscular en el hombro.
Según resultados preliminares, la respuesta inmune celular se alcanza al día 14 después de recibir la vacuna y los anticuerpos específicos contra la proteína en espiga o S alcanzan una concentración máxima al día 28 después de la vacunación en el 94 a 100% de los participantes.
El prototipo de vacuna china de CanSino representó una inversión de más de 140 millones de dólares. En México, aplicará pruebas a alrededor de 15,000 voluntarios mexicanos, en 14 estados, siendo Quintana Roo y Oaxaca, algunos de los que ya iniciaron con el proceso.
Hasta el momento, el gobierno México se ha comprometido con la farmacéutica a adquirir 35 millones de dosis, en caso de que esta vacuna muestre su seguridad y eficacia.
De acuerdo con el experto de la UNAM, Jorge Baruch Díaz, los objetivos principales de estos ensayos son observar la proporción de participantes vacunados que se infecta y si algún voluntario vacunado desarrolla efectos adversos graves.
Además, de observar la proporción de voluntarios vacunados que se infecta de SARS-CoV-2 después de recibir la dosis y en su caso observar si desarrollan la enfermedad de COVID-19 y cuántos de estos cursan con un cuadro leve, moderado y severo.
“También es de gran importancia conocer la capacidad de la vacuna de generar una respuesta inmune, su intensidad, tiempo para generar anticuerpos, si estos son específicos para la proteína en espiga o S del nuevo coronavirus y si, a parte de los anticuerpos, la vacuna es capaz de provocar una respuesta en la células inmunológicas que pueda garantizar memoria a largo plazo”, explicó en una nota informativa .
