México llegó a 1 millón 32,688 casos positivos y 101,373 muertes de personas enfermas de COVID-19, de acuerdo con el último corte dado a conocer por la Secretaría de Salud federal.
Del informe presentado por José Luis Alomía, director general de Epidemiología, se desprende que en las últimas 24 horas se conformaron 6,719 contagios y 550 decesos a causa del virus SARS-CoV-2.
A nivel mundial, México se mantiene en el onceavo lugar en casos confirmados acumulados y en el cuarto con más muertes, de acuerdo con los datos recopilados por la Universidad Johns Hopkins.
El funcionario federal detalló que un total de 2 millones 648,780 personas han sido sometidas a un estudio para determinar o confirmar la presencia del coronavirus, de las que 1 millón 259,975 han dado un resultado negativo y 774,930 se han recuperado.
Un total de 13,778 personas contagiadas se encuentran en hospitales, de las que 10,635 se encuentran en camas generales y 3,143 en las habilitadas con un ventilador que apoya a la respiración a los pacientes graves.
México se encuentra a unos días de cerrar oficialmente su noveno mes con la pandemia por COVID-19 y las autoridades han alertado que seis entidades tienen rebrotes, por lo que han endurecido sus medidas de restricción social y económicas.
A nivel mundial, México es el onceavo lugar en casos confirmados y en el cuarto con más muertes acumuladas
— Expansión Política (@ExpPolitica) November 22, 2020
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La vacuna que está desarrollando Pfizer sería “un reto” en su aplicación en México, consideró José Luis Alomía.
El funcionario explicó que la mayoría de las vacunas en México usan una red de frío que las mantienen entre 4 y 8 grados de temperatura, lo cual se logra con un refrigerador comercial.
Sin embargo la vacuna contra el COVID-19 de Pfizer requiere de procesos de ultracongelación para asegurar su eficacia, de lo contrario de desactiva y no tiene efecto.
“Prácticamente ningún país del mundo tiene una red de frío con estas características, ni siquiera Estados Unidos que en su momento es el país donde se está produciendo esta vacuna", sostuvo Alomía.
“A lo mejor en países más pequeños, con poblaciones más pequeñas o con una red mucho más sencilla en cuestión de tiempo o lugares esta implementación pudiera ser menos complicada; en México sí representaría un reto importante”, dijo durante el informe diario en Palacio Nacional.
No obstante Alomía no descartó que pudieran aplicarse distintas vacunas dependiendo de las características de cada región del país, según la accesibilidad e infraestructura con la que se cuente.
El director general de Epidemiología aclaró que hasta el momento todas se consideran prevacunas y los resultados de los ensayos clínicos deben ser avalados por autoridades internacionales en material de salud para que certifiquen la efectividad, seguridad y viabilidad de la vacuna.
“Hasta el momento ninguno de estos desarrollos, de estas prevacunas, todavía ha publicado ya finalmente sus resultados de la fase 3 de sus protocolos.
“Es muy importante que podamos esperar a que se realicen las publicaciones oficiales. Además no solamente basta con que se lleve a cabo la publicación”, señaló.
A nivel internacional la institución encargada de aprobar las vacunas es la Organización Mundial de la Salud (OMS), mientras en México y adquisición y proceso de distribución será vigilado por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
El funcionario sostuvo que hasta el momento sólo se han tenido eventos adversos de forma aislada que posiblemente estén asociados estas vacunas.
“Esto es bueno porque quiere decir que las vacunas están cumpliendo estándares de seguridad y por lo tanto no representan un riesgo… México ya avanzó haciendo convenios y contrataciones previas de aquellos candidatos que tienen este potencial”, indicó Alomía.
