El presidente Andrés Manuel López Obrador dio a conocer este viernes que propondrá a Rosa Icela Rodríguez, actual titular de Puertos y Marina Mercante, para ocupar el lugar de Alfonso Durazo en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
Con esto, Rodríguez se convertiría en la primera mujer al frente de la seguridad federal, y se sumaría a la lista de funcionarias que dirigen agendas clave de este gobierno.
Hasta este momento, siete secretarías del gabinete son dirigidas por mujeres, así como otras dos dependencias federales relevantes para López Obrador: el SAT y el Banco del Bienestar. Aquí hacemos un repaso de la lista y de la posible nueva integrante.
El nombramiento de Rodríguez en la SSPC aún no está confirmado, aunque las probabilidades son altas, pues fue el primer mandatario quien hizo la propuesta.
Incluso, las felicitaciones y los mensajes de bienvenida ya comenzaron. Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno capitalina —con quien Rodríguez trabajó de cerca—, e Irma Eréndira Sandoval, secretaria de la Función Pública, expresaron sus buenos deseos.
Rodríguez era secretaria de Gobierno con Sheibaum, cargo que dejó en julio para asumir como coordinadora de Puertos y Marina Mercante, también a propuesta del presidente.
La relación con la actual administración federal viene de años atrás. Cuando López Obrador fue jefe de gobierno, Rodríguez se desempeñó como directora de Participación Ciudadana y de Concertación Política y Atención Social y Ciudadana.
De concretarse el nombramiento, sería la primera mujer al frente de la SSPC, a la que renunció Durazo para buscar contender por la gubernatura de Sonora.
La ministra en retiro es la primera mujer al frente de la Secretaría de Gobernación (Segob), nombramiento que en un inicio mandó un mensaje de paridad.
Además, el hecho de que fuera la mujer al frente de la política interior del país, con una ideología progresista que demostró a su paso por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), generó expectativas.
Sin embargo, en 2019 políticos y analistas señalaron una ausencia de la secretaria de Gobernación en temas de interés nacional, como el plan migratorio y el diálogo que se entabló con el gobierno de Estados Unidos, temas que fueron delegados al canciller Marcelo Ebrard.
Sánchez Cordero ha fijado una agenda en favor de los derechos humanos y posturas a favor de la despenalización de la marihuana y del aborto. Además, en el último año se ha encargado de coordinar las mesas de trabajo con los gobiernos estatales.
En días recientes, refirió que ha hecho frente a obstáculos, como exclusión, bloqueos y misoginia a lo largo de su carrera, incluso dentro del gabinete de seguridad.
En septiembre de 2019, fue nombrada por el presidente López Obrador como jefa del Servicio de Administración Tributaria (SAT), en sustitución de Margarita Ríos-Farjat, ahora ministra de la SCJN.
Su nombre cobró relevancia tras la renuncia de Carlos Urzúa a la Secretaría de Hacienda (julio de 2019). En ese entonces, ella se desempeñaba como oficial mayor de la dependencia.
En redes sociales, a Buenrostro se le relacionó con la dimisión de Urzúa y del extitular del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Germán Martínez, debido a que, como oficial mayor, fue la encargada de aprobar las compras del gobierno y de manejar los recortes en el gasto de las dependencias.
Cuando López Obrador era jefe de gobierno, Buenrostro fue directora de la Política Fiscal de la Secretaría de Finanzas, dependencia que entonces también encabezaba Urzúa.
Buenrostro llegó al SAT con el encargo de acabar con la corrupción, abonar a la transparencia y lograr una mayor recaudación.
En junio pasado, pasó de ser subsecretaria de Desarrollo Democrático de la Segob a directora del Banco del Bienestar, una "institución fundamental para el desarrollo del país, sobre todo de la gente más pobre", según dijo el presidente López Obrador.
Llegó al gabinete federal en 2018, luego de que Tatiana Clouthier, quien había sido anunciada para el puesto en la Segob, informó que asumiría como diputada federal.
En julio de 2019, el Banco del Bienestar sustituyó al Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi) tras una serie de reformas aprobadas en el Congreso, que se enfocan en centralizar los procesos de dispersión de recursos de programas sociales. Al ser uno de los proyectos impulsados por el actual gobierno, el puesto de Álvarez Maury resulta de suma importancia.
Al asumir el cargo, el banco tenía el reto de construir 1,350 sucursales este año, de las cuales apenas se han concretado alrededor de 45.
Otras mujeres en puestos clave del gobierno federal son Irma Eréndira Sandoval (Función Pública), Alejandra Frausto (Cultura), Luisa María Alcalde (Trabajo), Graciela Márquez (Economía), Rocío Nahle (Energía) y María Luisa Albores (Medio Ambiente).
