¿Una buena alimentación?
En ese escenario, la representante de la FAO en México, Lina Pohl, reconoció que lograr la meta 2 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), tener hambre cero para 2030, está en duda. Desde antes de la epidemia, se estimaba que habría otros 20 millones de personas en situación de hambre para 2030.
En la conferencia virtual, Pohl sostuvo que resulta contradictorio que la región de América Latina, tan rica en ecosistemas, no tenga acceso a alimentos saludables. Advirtió que esto se debe a que eso se vuelve "muy caro", por todo lo que implica desde producción, distribución y comercialización.
De acuerdo con el Índice Nacional de Precios al Consumidor, los precios de los 33 productos de consumo obligado de la canasta básica se incrementaron en 25% respecto del año pasado. En tanto, el monitoreo de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) arroja que en el último trimestre los productos que más aumentaron son tomate verde (49.7%), arroz (47.6%), limón (46.24%), frijol (44.4%), lentejas (42%), cebolla (39.9%) y jitomate (35.29%).
Paulina Magaña, investigadora de la Alianza por la Salud Alimentaria, señaló en entrevista que la tarea de lograr una nutrición adecuada se complica no solo por la caída de los ingresos, sino también porque se ofertan más alimentos ultraprocesados que afectan la salud y que, en casos como la pandemia actual, se convierten en factores de riesgo.
El 10.3% de la población padece diabetes, es decir, 8.6 millones de personas; 18.4%, unos 15.2 millones de personas, tiene hipertensión, mientras que alrededor de siete de cada 10 mexicanos son obesos y nueve de 10 tienen sobrepeso.