Regalo a Cortés o 'botín de guerra'
En lengua náhuatl, se le llamó "copilli quetzalli" y era un abanico ceremonial con 68 piezas de oro de 24 quilates, 400 plumas de quetzal y un escudo de guerra que representa el poder y la sabiduría en la cosmogonía náhuatl.
La historia señala que el penacho le pertenecía a Moctezuma Xocoyotzin (1466-1520), el emperador mexica que recibió al conquistador español Hernán Cortés en 1519.
Según las versiones que se consulten, Moctezuma le regaló el penacho a Cortés, quien lo obsequió al rey Carlos I de España y V de Alemania, o Cortés lo sustrajo junto con el bastón de mando, el escudo de armas y el banderín del gobernante.
Si fue usado o no por Moctezuma, el penacho es considerado como un símbolo del poder máximo del mundo prehispánico.
La mayor documentación sobre el destino que tuvo el penacho desde que fue enviado al emperador hasta su aterrizaje en el Museo de Viena la hizo la arqueóloga mexicana Carmen Gloria Cook (1906-1988).
Primero, dijo la antropóloga, la colección se mantuvo en exhibición en Bruselas; en 1563 le perteneció a Fernando, conde de Tirol, quien la tenía en el palacio de Ambras, en Innsbruck, Austria.
A su muerte, la colección fue movida en varias ocasiones debido a los conflictos armados de la época hasta que terminó en Viena en 1817, donde se quedó en unas bodegas hasta 1878.