A Fernanda Rubí Salcedo se la llevaron “por bonita” en Veracruz, a Francisco Javier Cardona “lo levantaron” de su taller mecánico en Zacatecas, a Ivette Flores Román de su domicilio en Guerrero, a Francisco Herrera Rivera lo bajaron de su camioneta en Tamaulipas. Las historias de desaparecidos en México se cuentan por miles y por desgracia están relacionadas con la existencia de fosas clandestinas en el país, porque en muchos de esos cementerios ilegales yacen los restos de quienes fueron reportados como no localizados.
De acuerdo con la Comisión Nacional de Búsqueda, al 13 de julio de 2020 se habían identificado 3,978 fosas clandestinas en todo el país, de las que 1,143 fueron localizadas en los primeros 18 meses del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador; es decir, en promedio dos por día. De esas fosas, se exhumaron 6,625 cuerpos y restos de personas que algún día fueron reportadas como desaparecidas.