"Si el total es válido para todas las entidades del país, las cantidades reales hasta el pasado 8 de abril no serían de 3,181, sino de 26,519, pero usar dicha cifra modificaría todos los cálculos, por ejemplo, perdería sentido la tasa de letalidad, ya que bajaría de 5.47 a 0.66%", expusieron.
Asimismo, señalaron que, en números aproximados difundidos por el sector salud, el 80% de la población se contagia sin desarrollar el padecimiento; 15% desarrolla síntomas y enferma; 5% requiere hospitalización y, de este último porcentaje, 3% fallece.
En el desarrollo del modelo de la UAM se analizó el comportamiento del virus de forma que se pudiera prever no solo la velocidad de transmisión sino también el desplazamiento de la curva.
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¿Por qué es importante prever este crecimiento?
"La principal preocupación es que los hospitales se saturen cuando lleguemos a la etapa de crecimiento elevado de la dispersión, que está próxima, de acuerdo con el modelo, que permite conocer cuántos individuos van a contraer el padecimiento en el corto y el mediano plazos para que las instituciones preparen suficientes espacios de atención", dijo Gutiérrez Rodríguez.
En este sentido, manifestó que las autoridades deben prever:
- Paquetes preventivos.
- Capacidad para hacer pruebas.
- Camas de cuidados intensivos.
- Ventiladores y monitores.
- Personal médico suficiente.
- Sanidad de las instalaciones.
- Disponibilidad de medicinas y equipo.
"Esta información es importante para determinar la velocidad de crecimiento del COVID-19 en la sociedad, pero hay que estar conscientes de que tiende a cambiar casi a diario y eso dificulta la capacidad del proyectista para ofrecer cifras que no se desvíen de las observadas, sobre todo en el mediano y largo plazos", concluyeron.