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Mexicano crea cápsula que ahora se aprovecha para pacientes con coronavirus

Diseñada para el traslado de enfermos con meningitis o tuberculosis, la cápsula XE permite que quienes tienen síntomas de COVID-19 puedan ser atendidos sin poner en riesgo al personal médico.
lun 30 marzo 2020 06:58 AM

Aunque inicialmente fue confeccionada como una cápsula para trasladar pacientes de enfermedades graves como meningitis o tuberculosis, la cápsula XE está ayudando a que quienes presentan síntomas o son diagnosticados con COVID-19 puedan ser llevados a hospitales sin que ello implique algún riesgo de contagio para el personal médico.

Diseñada por el ingeniero Fernando Avilés, director de Empresa de Equipos y Servicios Médicos, la XE es una cápsula similar a la que se utilizó en epidemias de ébola en África.

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Instalada sobre una camilla, la cápsula está elaborada con diversos tipos de plásticos especiales, textiles y material que se utiliza en los sistemas de ventilación de aviones; es operada por un controlador electrónico que genera un efecto de presión negativa; es decir, reduce la presión atmosférica dentro de la cápsula y genera un vacío interno del aire, lo que garantiza que ningún virus salga. Además, cuenta con un sistema de filtración de aire HEPA que permite que el aire que sale no tenga partículas contaminadas.

El creador de esta tecnología es egresado de Ingeniería Biomédica de la Universidad Iberoamericana, en la Ciudad de México, y explicó a Expansión Política que el objetivo es evitar poner en riesgo al personal médico que está en contacto con posibles contagiados de coronavirus como paramédicos, enfermeras y médicos.

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“La cápsula es un desarrollo que empecé más o menos un año porque en esta empresa que tengo se dedica al transporte de pacientes en unidades de alta tecnología, y teníamos muchos pacientes que nos requerían los hospitales transportar que tenían meningitis y tuberculosis y otras enfermedades contagiosas. El problema de estos casos es que el paramédico venía muy cerca del paciente y eso implicaba un riesgo para todo el personal”, precisó.

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Hace poco más de un año se confeccionó el prototipo de la cápsula, pero sus antecedentes se remontan a una década cuando Avilés también creó cámaras neonatales que protegen a los recién nacidos de bacterias y virus externos, solo que aquí es a la inversa, y es para blindar al personal de cualquier bacteria que está en el interior.

La primera cápsula estuvo lista en noviembre de 2019, meses antes de que se originara el coronavirus en la ciudad de Wuhuan, China. Cuando el virus se empezó a expandir por el mundo, se le realizaron modificaciones al diseño para que si un paciente con coronavirus tosía o estornudaba, la cápsula evitara que alguna partícula se escapara y así impedir contagios.

Por su diseño, el aire exterior busca entrar, pero no hay manera de que salga por lo que el paciente está aislado en todo momento y el personal seguro.

Esta presión negativa favorece que aun cuando se rompiera el domo durante el traslado, el aire siempre va a ingresar, nada va a salir aún si el personal comete errores como no cerrar bien el cierre, también ocurriría el fenómeno de que entra el aire y no sale, eso hace que el equipo sea muy seguro para transportar pacientes y el aire que entra, antes de reincorporarlo al exterior lo pasamos por un filtro de alta eficiencia”, detalló.

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Para que un paciente pueda ser colocado en una de estas cápsulas, solo se requiere que el personal médico use un traje de protección, cubrebocas, googles y hasta tres guantes.

“El personal médico es extremadamente valioso y lo será el resto del año”, destacó.

La cápsula cuenta con seis certificaciones, entre ellas la Comisión Federal para la Protección contra riesgo Sanitarios (Cofepris), y cumple con la Norma Oficial Mexicana de traslado de pacientes.

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El gobierno ya es su cliente

El costo de cada una de estas cápsulas alcanza los 2,000 dólares y debido a que se ha extendido la pandemia de, COVID-19, ya se están vendiendo varias unidades no solo al sector privado, también al público y han llegado a estados como Guadalajara, Monterrey, San Luis Potosí, Morelia y Veracruz.

“Muchos gobiernos estatales ya son usuarios de la cápsula y de parte del gobierno federal puedo citar a la Secretaría de la Defensa, a la Secretaría de Marina, hospitales federales como el INER ya la están ocupando en sus instalaciones”, afirmó.

La fama de la XE está traspasando fronteras. A Fernando Avilés ya le han solicitado información de países como China, Eslovenia, España y Turquía, pero hoy la prioridad está en México, porque dijo que su vocación es salvar vidas primero en el país.

Mientras se da la internacionalización de su producto, este ingeniero mexicano ya inició el trámite de registro ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).

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