“Vamos a llegar hasta agosto, hasta septiembre, pero depende de nosotros. Lo que necesitamos es que no haya muchos contagios, para que cuando estemos en la fase 3, podamos atender a todas las personas enfermas”, dijo.
Argumentó que, si hay una transmisión extensa de contagios, el sistema de salud no aguantará, pese a que en México ya se reconvirtieron hospitales y se amplió la capacidad hospitalaria a través planes con las secretarías de la Defensa y de Marina.
“El éxito es no tener demasiadas personas enfermas al mismo tiempo (...) Lo que necesitamos es lo que se le llama técnicamente administrar el riesgo: en lugar de que se enfermen todos al mismo tiempo, reducimos el número de contagios y se van enfermando poco a poco. Que quede muy claro: no es posible detener la epidemia de golpe, pero lo que sí es posible es que no se contagien todos al mismo tiempo; si las personas están en casa, todas y todos van a poderse atender oportunamente”, dijo.
El Consejo de Salubridad General sesionó este lunes en Palacio Nacional, con el propósito de definir las medidas que se aplicarán durante las fases 2 y 3 de transmisión del COVID-19.
Hasta la noche de este domingo, el virus había causado la muerte de 20 personas y 993 contagios, según las cifras de la Secretaría de Salud federal.
Tras dos horas de reunión, los secretarios se retiraron prácticamente sin hacer declaraciones a los medios de comunicación, pues aseguraron que serán los voceros quienes informen sobre las decisiones que se ejecutarán.