Escuelas viven #UnDíaSinMujeres entre la solidaridad y el rechazo

El paro convocado para este 9 de marzo transcurrió en las escuelas del Estado de México entre el respaldo de algunos padres y profesores, y las críticas de otros.
Para el profesor Roberto Toledo, director de la escuela primaria José Emilio Pacheco, cualquier forma de protesta en la que la se busque “una causa noble” no está de más.

Varios jefes de familia llegaron la mañana de este lunes a las primarias y preescolares del Estado de México sin saber que no habría clases en los salones a cargo de profesoras y que solo serían atendidos los alumnos con maestros.

“Yo digo que tienen que participar todas las familia, no solo son las mujeres afectadas. Todos necesitamos más seguridad, todos corremos peligro, no nada más las mujeres”, señaló la señora Abigail, quien llevó a su hija de tercer año a la escuela primaria José Emilio Pacheco, en Los Héroes Chalco. La mujer de alrededor de 30 años acudió al plantel acompañada de sus otros dos hijos, que aunque cursan el segundo año no tuvieron clases porque su profesora se sumó al paro y no acudió a las aulas.

La señora Rosalía, una madre de familia que es empleada de gobierno, llevó a su pequeña hija de quinto año a la misma escuela, aunque ella se mostró a favor del paro de labores. “Estoy muy, muy de acuerdo, porque tengo a mi hija y yo porque soy madre trabajadora y que voy muy temprano al trabajo voy con el miedo de que pueda pasarnos algo en el transporte, en la calle, y la traigo porque van a calificar trabajos y a mi hija siempre le he enseñado la responsabilidad”, expresó.

“Estoy de acuerdo para que el gobierno cumpla y dé seguridad a las mujeres, a los jóvenes”, apuntó.

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Para el profesor Roberto Toledo, director de la escuela primaria, cualquier forma de protesta en la que la se busque “una causa noble” no está de más. “Si es una manera de llamar la atención de las autoridades es algo bueno”, compartió

El directivo explicó que desde la semana pasada, tras el apoyo de la Secretaría de Educación Pública (SEP), las profesoras avisaron que se sumarían al paro. “Los papás de manera muy puntual no nos han dicho si están de acuerdo, pero no ha habido quejas”, agregó.

“Un ensayo-error”

En el caso de la señora Karla Jiménez, ama de casa y madre dos niños que se quedaron sin su clase de tercer año en el preescolar Juan Escutia, la protesta es necesaria ante la inseguridad que siente en su entorno.

“La protesta es un ensayo-error. A mi sí me gusta el paro, es una manera de protestar. No me siento afectada ni mucho menos”, comentó.

Ella es originaria de Culiacán, Sinaloa, y ahora vive en Los Héroes Chalco, Estado de México, municipio que percibe mucho más peligroso.

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“Allá sabíamos que cuando había una balacera te tirabas al suelo o no te acercabas. Aquí hay momentos en los que sientes paranoia, te vas fijando quien viene atrás de ti. No puedes andar de noche, no puedes andar de madrugada”, critica.

Compañeros de trabajo de las maestras de ese plantel que se sumaron al paro nacional que busca visibilizar el impacto que tiene el rol de las mujeres, así como denunciar la violencia a la que están expuestas en el día día, expresaron su respaldo a sus colegas.

“Estoy de acuerdo en que muestren su enojo, porque son personas y merecen respeto. ¿Tuvieron respeto las personas que las matan? No, no la ha habido, estamos muy mal. Sí debe de haber una protesta”, expresó el profesor de música Édgar Hernández.

Pero no todas fueron reacciones de apoyo. La señora Susana expuso –por ejemplo– su descontento pues considera que la violencia no solo se ejerce contra las mujeres.

“Uno no debe de dejar las labores, yo soy ama de casa y comerciante, yo trabajaré hoy mi trabajo es de lunes a domingo, como está la situación económica no podemos parar”, señaló la señora Susana, madre de un niño de segundo año de primaria que sí tuvo clases.

El kínder y estancia infantil privado Anton Makarenko, ubicado también en Chalco, no cerró sus puertas luego de acordarlo con sus profesoras. “Nosotros nos pusimos de acuerdo, hicimos una reunión y entre todas acordamos venir a la escuela”, detalló Rosa María Manjarrez, directora del plantel.

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“Hay mamás que no se sumaron al paro y tenemos que apoyarlas, además hay padres que trajeron a sus hijos porque consideran que así se puede apoyar más a que la violencia se acabe. La violencia se combate con educación”, refirió.

Con esa visión coincide, la directora Nayeli Bareto, del preescolar Anton Makarenko pero del municipio de Texcoco, también Estado de México.

“Se platicó que nosotras cumplimos una función social ante la sociedad y no queremos polarizar. Es cierto que vivimos en una sociedad de mucha violencia y la función de la escuela es crear ciudadanos que sepan convivir”, señaló.

Aunque las actividades que se realizaron en el plantel no fueron las cotidianas, pues se convocó a las madres a participar en actividades para hablar acerca de la importancia del respeto a las mujeres y sobre la crianza, pues “tenemos bien claro que la violencia, el machismo es iniciado desde la casa”.