“Quien la tenía secuestrada llamaba a su mamá para pedir un rescate para entregar a la chica. A ella la mantenía drogada para que no saliera, y no gritara en el fraccionamiento en el que estaba secuestrada”, relata Esmeralda Casillas, fundadora y coordinadora General Kaltsilaltik AC, una organización que se encarga de dar protección a menores y mujeres migrantes.
“Daniela” tuvo que esperar a que su agresor se quedara dormido para escapar de la habitación donde estaba secuestrada. Aunque sentía mareos, la adolescente logró que una vecina la auxiliara y se denunciara su privación ilegal de la libertad.

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Así como “Daniela”, “María” –también nombre ficticio– decidió migrar luego que fue raptada y obligada a ser “halcón” de los Mara en Honduras desde que tenía 12 años. Por seis años, la adolescente fue víctima de violaciones, golpes y todo tipo de violencia, por lo que decidió dejar su país con dos mudas de ropa.
Por cuatro días viajó oculta en la caja de un camión, así fue como logró llegar a Chiapas. Sin embargo, su suerte parecía no cambiar, pues ya en territorio mexicano Los Mara la encontraron, la golpearon y la dejaron casi sin vida.