Menores en albergues, vulnerables a desapariciones y abusos: CNDH

El organismo nacional presentó este lunes su Informe Especial sobre la situación de niñas, niños y adolescentes en centros de asistencia social y albergues, en el que evidenció, entre otros aspectos, los principales delitos de los que son víctimas:

• 25% de las denuncias en procuradurías y fiscalías son por desaparición.
• 14% por violencia familiar equiparada (que también puede ser cometida por el personal de los albergues).
• 6% por violación.
• 5% por lesiones físicas.
• 3% por omisión de cuidados.

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La Comisión Nacional indicó que tan solo de enero de 2014 a julio de 2019 ha recibido 169 quejas, en las que las autoridades señaladas con mayor frecuencia como responsables son:

1. El Instituto Nacional de Migración (85).
2. La extinta Procuraduría General de la República (14).
3. El Sistema Estatal DIF Chiapas (13).

Tomando en cuenta el mismo periodo, Veracruz acumula el mayor número de quejas (33), seguido de Chiapas (24); aunque el Estado de México es el que concentra el mayor número de denuncias ante el Ministerio Público por violaciones a los derechos de los menores en albergues (136).

¿Cuántos menores hay en albergues?

En 2015, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) realizó el primer censo en albergues y centros de asistencia social en México; hasta esa fecha, había registro de 33,118 menores. Mientras que datos de la CNDH estiman que, entre 2014 y 2016, 26,372 niños y adolescentes estaban en esa situación.

De esa cifra, alrededor del 51% de los menores que están en albergues son del sexo masculino y 49% femenino. Por rango de edad, el mayor porcentaje corresponde a quienes tienen entre seis y 14 años (59.4%), seguidos por los de 15 a 17 años (24.8%), y los de cero a cinco años (15.8%).

Además, el informe de la CNDH destaca que las cinco entidades con mayor población albergada son:

• Baja California (4,124 menores).
• Jalisco (2,955).
• Ciudad de México (2,922).
• Chihuahua (2,137).
• Estado de México (1,650).

¿Qué se sabe de los menores en los albergues?

El organismo nacional puntualizó que no existe una base de datos que establezca quiénes son los menores que ingresan a estos centros, así como su situación jurídica y el motivo por el que están ahí.

"También se carece de información precisa y desagregada sobre la operación y funcionamiento de los centros de asistencia social y albergues", dijo el primer visitador general de la CNDH, Ismael Eslava Pérez, en la presentación del informe.

Entre las posibles causas que la CNDH encontró en el ingreso de los menores de edad a los albergues, las más frecuentes son la "protección o resguardo”, la migración, la violencia, abandono o abuso sexual, e ingresos voluntario. Solo dos ingresaron por carecer de cuidados parentales, "cuando esta debería ser la causa principal", agregó Ismael Eslava.

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En México, las niñas, niños y adolescentes permanecen en los albergues o centros de asistencia social alrededor de dos años, según lo constatado por el organismo nacional.

A la fecha, un total de 1,959 menores tienen posibilidades de reintegración familiar, 627 son candidatos de adopción, y 1,858 tienen necesidad de que se regularice su situación jurídica; de 19,126 de ellos no se tiene información en este sentido.

¿Qué recomienda la CDNH?

De 1998 a 2018, la Comisión Nacional ha emitido siete recomendaciones por agravios a los derechos de los menores que permanecen en albergues (dos de ellas por violaciones graves).

Con esos esos siete casos de base –que se reseñan en el informe–, la CNDH hizo un llamado al Estado mexicano y a las autoridades competentes a asumir los retos y obligaciones que tiene con la población infantil en situación de albergue o refugio.

Asimismo, señaló que se debe garantizar que los centros de asistencia social operen como espacios de resguardo temporal para el desarrollo integral y la restitución de los derechos de los menores.

También urgió a que las instancias de procuración cuenten con registros adecuados sobre los delitos cometidos contra la población en albergues; que el personal de estos reciba capacitación de manera regular y que se garantice el óptimo uso del presupuesto para el bienestar de los menores.