Los detectives privados pertenecían a la agencia Black Cube y fueron contratados por la empresa de plataformas de perforación Oro Negro, que tiene abierto un conflicto legal con el gobierno mexicano y que con los audios "pretende demostrar que empresarios mexicanos y extranjeros se confabularon con Pemex para quebrar a la compañía", según explicó Univisión.
En el año 2017, los detectives se hicieron pasar como representantes de inversionistas de Medio Oriente interesados en "rescatar de la quiebra a Oro Negro y para ello querían enterarse de cómo operaba Pemex".
El medio explicó que en las grabaciones se escucha a los exfuncionarios de Pemex afirmando que el exsecretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, y el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, entre otros, recibían sobornos a cambio de la adjudicación de los contratos.
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Las grabaciones fueron presentadas como pruebas de una demanda que la empresa interpuso en tribunales internacionales que argumenta que por no entregar sobornos, el gobierno mexicano le retiró contratos y la orilló a la quiebra.
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