El rostro de la pobreza: mujer, indígena, menor y habitante de una zona rural

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El género es la primera condición que agudiza la pobreza. El 35% de las mujeres vive en situación de pobreza y el 7.4%, en pobreza extrema, frente al 33.9% de los hombres que padecen pobreza y 7.5% pobreza extrema.

El segundo factor de vulnerabilidad es la pertenencia étnica, en este caso los indígenas son más pobres que quienes no pertenecen a esa población. Un 39.2% de los indígenas está en situación de pobreza y 35.6% en pobreza extrema, mientras que de la población que no pertenece a ningún grupo étnico, el 33.8% está en situación de pobreza y 5.6% en pobreza extrema.

El lugar de residencia también influye, la personas en zonas rurales vive en condiciones más precarias que la de zonas urbanas: el 38.9% de la población rural vive en pobreza y el 16.4% en pobreza extrema, cuando a nivel urbano, el 33% está en pobreza y 4.5% en pobreza extrema.

Otro de los factores es la edad. La población de niños y menores de 18 años pertenecen al grupo con el mayor porcentaje de pobreza: 40.3% en pobreza y 9.3% en pobreza extrema, cuando en el caso de los adultos mayores la población en pobreza es de 34.4% y de pobreza extrema en 6.8%.

El investigador académico del Coneval, Salomón Nahmad Sittón, señaló que en el caso de las mujeres indígenas y que viven en zonas rurales, las carencias de comunicación social son muy fuertes en comparación del resto de la sociedad, ya que no pueden comunicarse con el médico, con el maestro, y no pueden comprar productos más económicos en los mercados locales, lo que contribuye a su situación.

Durante la presentación del informe, los especialistas advirtieron que es prioritario abatir las desigualdades territoriales y entre grupos de población, sobre todo en la población de mujeres indígenas que viven en zonas rurales.

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