SAN SALVADOR, El Salvador.— Los cuerpos de los salvadoreños Óscar Martínez y Valeria, su hija, ahogados el pasado 23 de junio en el Río Bravo tras intentar cruzar a Estados Unidos, fueron sepultados este lunes en San Salvador en una ceremonia privada.
Los féretros fueron llevados de las instalaciones de una funeraria municipal al cementerio público La Bermeja, con el que comparte terreno, en un vehículo y sin que se permitiera el acceso a la prensa a ninguno de los dos sitios.
La funeraria y el cementerio eran custodiados por miembros del Cuerpo de Agentes Metropolitanos de San Salvador.