CIUDAD DE MÉXICO (Expansión Política/Agencias).– Espacios donde disidentes mexicanos de las décadas de 1960 y 1970 fueron torturados y asesinados por fuerzas de seguridad serán habilitados como memoriales, incluidos los sótanos de la extinta Dirección Federal de Seguridad (DFS) y de la llamada Brigada Blanca.
El anuncio lo hizo el gobierno federal en el marco de la conmemoración de los 48 años de "La masacre del jueves de Corpus", en donde más de un centenar de personas fueron asesinadas. Esta acción forma parte del proyecto "Sitios de Memoria", que prevé un rescate de los inmuebles que se utilizaron para reprimir a los disidentes al régimen.