Huachicoleros de Puebla suben a 15 pesos el litro de gasolina robada
PUEBLA, Puebla (ADNPolítico).- En medio del plan contra el huachicol lanzado por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, los ladrones de combustible ubicados en Puebla —uno de los estados con mayor incidencia de este delito— decidieron empezar a hacer ajustes a sus operaciones y aumentar de 12 a 15 pesos el precio del litro de gasolina robada.
Vendedores que solicitaron el anonimato dijeron a ADNPolítico que determinaron hacer este incremento desde el fin de semana pasado, para aprovechar que automovilistas de la Ciudad de México y del Estado de México optaron por viajar hasta municipios poblanos para abastecerse.
#MéxicoSurreal 🤯 Hoy te presentamos al Santo Niño Huachicolero, esa figura con manguera y bidón al que los ladrones de gasolina le rezan https://t.co/gpEagpC3Js
— ADNPolítico (@ADNPolitico) January 17, 2019
La situación se dio luego de la escasez que se registró en algunas estaciones de servicio de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM). Según se constató, los conductores de esa área acudieron a cargar tanto en gasolinerías como en las llamadas cachimbas, como se conoce a los centros de venta de hidrocarburo robado situados sobre la autopista México-Puebla.
Hasta la primera semana del año, los precios del litro de gasolina en el mercado del huachicol oscilaban entre los 12 y los 14 pesos. Aun con el nuevo aumento a 15 pesos, el producto sigue siendo más barato que en estaciones de servicio.
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Información de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) indica que el precio más bajo en Puebla para la gasolina Magna es de 15.46 pesos, de 16.56 para la Premium de 16.53 para el diésel.
En medio de la situación nacional, del cierre de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de las advertencias del Poder Ejecutivo federal hacia quienes roban combustibles, comerciantes del tianguis de Huixcolotla, donde opera un centro de venta de hidrocarburos robados, dicen que la presencia de huachicoleros ha disminuido en los últimos días.
Dentro de Puebla, en municipios del llamado “triángulo rojo” —Tepeaca, Quecholac, Acajete, Acatzingo y Palmar de Bravo— y en la región de San Martín Texmelucan, atraviesan 100 kilómetros del poliducto Minatitlán-México.
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Antes del plan del nuevo gobierno federal, el entonces gobernador poblano, Antonio Gali Fayad, trabajó con autoridades federales para intensificar la vigilancia en estos puntos, lo que derivó en enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y hombres armados.
El enfrentamiento que más llamó la atención nacional fue el ocurrido el 3 de mayo de 2017 en la comunidad de Palmarito Tochapan, perteneciente al municipio de Quecholac. Aquella refriega tuvo un saldo de 10 muertos: seis civiles y cuatro militares.
Desde entonces, las autoridades buscan a Antonio Martínez Fuentes, El Toñín, identificado como el capo huachicolero que causó aquellos hechos. Su hermano, José Alejandro Martínez Fuentes, actualmente es presidente municipal de Quecholac.
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