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El 'mea culpa' de Zedillo llega 18 años y miles de muertos después

Tres sexenios después, un expresidente reconoció que la política que se ha utilizado en el país contra las drogas no ha funcionado; expertos aplauden reconocimiento.
mié 26 septiembre 2018 05:56 AM
Ernesto Zedillo
Política fallida. Expertos el mismo expresidente Zedillo reconocen que la política prohibicionista trajo consecuencias devastadoras.

CIUDAD DE MÉXICO (ADNPolítico) - Luego de tres sexenios de políticas prohibicionistas en materia de drogas, miles de muertos, desaparecidos y desplazados, el expresidente Ernesto Zedillo Ponce de León reconoció que la estrategia proteccionista que se usado en los último años fracasó y ya no es aplicable en el contexto actual.

Pero, ¿por qué es importante que este expresidente lo reconozca?

El investigador Visitante del Centro Schell de la Escuela de Derecho de la Universidad de Yale, Alejandro Madrazo, dijo que es de reconocerse que un expresidente acepte el fallo en sus acciones, a pesar del costo político que esto pueda tener.

“La gente que ha invertido gran parte de su capital en empujar o que desde el poder público ha participado en esta tan devastadora política pública arriesgan mucho en reconocer que cometieron un error, es mucho más fácil para los políticos necear e insistir que aceptar los costos que tuvo una política equivocada”, dice el también académico del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).

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¿Qué hay detrás de esta política y cómo evolucionó al punto de llegar a decir que no ha funcionado? Aquí un breve recuento.

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18 años después ...

El reporte La política de las drogas en México: causa de una tragedia nacional señala que los cambios adoptados a finales del Siglo XX son clave para entender la estrategia que adquirió el país y el endurecimiento de la aplicación de la prohibición.

“Los grandes hitos que tenemos que marcar son el cierre de la ruta del Caribe, durante el gobierno Miguel de la Madrid, y que desvía la cocaína hacia México, y eso le da mayor peso a los traficantes mexicanos dentro de las redes internacionales”, dice Madrazo.

El documento explica que México adquirió importancia como ruta de tráfico de cocaína andina hacia los Estados Unidos cuando el Mar Caribe se empezó a patrullar más en los años ochenta y noventa –una parte del sexenio de Carlos Salinas y de Zedillo– y con el tiempo, las organizaciones de traficantes desarrollaron la capacidad para reclutar y entrenar grupos armados privados para proteger sus intereses, así como a funcionarios gubernamentales, personal de la Procuraduría General de la República (PGR) e incluso a algunos elementos del ejército.

“Las organizaciones criminales que crearon tales milicias las usaron para proteger sus rutas, y también para expandir sus operaciones en detrimento de sus competidores. Así, a comienzos del siglo XXI, aparecieron espacios regionales de violencia en territorios disputados por las bandas de narcotraficantes”, señala el estudio.

¿Qué pasó del sexenio de Zedillo al de Calderón?

El asesinato en 1985 del agente de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) Enrique Camarena marcó el inicio de una persecución contra los líderes del Cártel de Guadalajara, antes conocido como la Organización de Sinaloa.

Para el sexenio de Zedillo, como documenta Animal Político en su especial Narcodata , la organización se dividió en tres: el Cártel de Sinaloa, liderado por Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán; el de Juárez, por los hermanos Carrillo Fuentes, y el de Tijuana, por los hermanos Arellano Félix. En el cártel del Golfo, Juan García Abrego y Osiel Cárdenas Guillén dominaban.

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De acuerdo con el portal, en su administración se dio la primera detención de un funcionario: el general Jesús Gutiérrez Rebollo, el zar antidrogas, acusado de proteger a Amado Carrillo Fuentes ‘El señor de los cielos’. También nació la Fiscalía Especializada en Delitos contra la Salud y desapareció el Instituto Nacional para el Combate a las Drogas. Dos años después, se creó la Policía Federal Preventiva (PFP).

Durante los años de Vicente Fox, los cuatro cárteles cobraron fuerza, pero fue hasta 2005 que se realizó el Operativo México Seguro para combatir el crimen organizado tras la violencia que se suscitó con el rompimiento de los cárteles Júarez y Sinaloa.

La guerra contra las drogas: el inicio del fin

Con el inicio del gobierno de Felipe Calderón y el arranque del Operativo Conjunto Michoacán, se dio inicio formal a la llamada “guerra contra el narcotráfico” y se empezó a dar cuenta de que las políticas prohibicionistas contra las drogas traerían resultados catastróficos.

El saldo: más de 250,000 muertos, casi 330,000 desplazado y miles más de desaparecidos, además del incremento de la corrupción, la inseguridad y violación a derechos humanos, de acuerdo con cifras oficiales y de organizaciones de la sociedad civil.

“Donde realmente hay un quiebre en el Estado mexicano y una espiral de violencia es cuando Felipe Calderón deciden sacar al ejército a las calles. La violencia que desató la guerra de Calderón no tiene perdón y no tiene excusa y no tiene motivo de continuar”, afirma Alejandro Madrazo.

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Por su parte, la investigadora del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), Ana Laura Magaloni plantea que el paradigma prohibicionista ha perdido cada vez más vigencia, porque ha generado muchos horrores en el mundo, y desde 1994 al 2018 ha habido muchos signos para darse cuenta que eso no estaba funcionando, por eso Zedillo reconoce lo hubiera visto en su sexenio, hubiera tratado quizá de hacer un paradigma distinto.

La especialista advierte que la política prohibicionista y la estrategia de militarización que empezó en el 2006 con Calderón, ha causado mucha violencia, sin que haya cambiado de fondo el problema de salud pública del país.

“Lo que acabó teniendo la política prohibicionista es una crisis de seguridad bestial, de violaciones de derechos humanos y los temas de salud nunca los atendió. Esa política no ha sido solo de Zedillo o de México, sino del mundo. Esto ya no hace sentido, nadie ha ganado con esta política, y en México le ha costado mucho”, comenta.

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